María José Alonso, a la derecha, defiende a la base del Caja Rural. Foto: GERARDO MONTESDEOCA.

CAJA RURAL CANARIAS 96
PUIG D'EN VALLS 78

CAJA RURAL CANARIAS (48+48): Àlamo (5), Sánchez (21), Peláez (16), Donaphin (6), Erb (18) - cinco inicial -. También jugaron Quintero (19), Montedeoca (0), Rovira (11).

PUIG D'EN VALLS (39+39): Alonso (9), Santos (9), Saregkou (4), McWilliams (28 ) y Barranco (2)- cinco inicial -. También jugaron Morro (4), Morales (7) y Boleda (15).

PARCIALES: 21-27 (1er.); 48-39 (2do.); 75-58 (3er.); 96-78 (4to.).

ÀRBITROS: Sánchez Valenzuela (Colegio Castellano Manchego) y Carlos Mauri (Colegio Catalán). Sin exclusiones.

PABELLÓN: Centro Insular de los Deportes. 500 espectadores.

C. Herrera/Àrea 11|LAS PALMAS

El Puig d'en Valls cayó derrotado en el primer partido de los cuartos de final del 'play off' ante un conjunto canario que se vio sorprendido por las chicas de Tito Sobrín en el primer cuarto. Sin embargo, en el segundo período la mayor experiencia y veteranía de las locales resultó fundamental para llevarse el triunfo, así como la escasa profundidad de banquillo de las ibicencas que las sacó del partido antes de tiempo.

El encuentro comenzó bien para las ibicencas. El conjunto pitiuso supo explotar muy bien los argumentos que le han convertido en el equipo revelación de la temporada y controló el primer cuarto con una zona muy poderosa que frenó en seco los intentos de las canarias por penetrar en ella. Fruto de esa presionante defensa llegó la máxima ventaja del partido ya a los cinco minutos de juego. El PDV dominaba por 5-15 y metía el miedo en el cuerpo al medio millar de espectadores que se dieron cita en el Centro Insular de los Deportes.

Pero las visitantes aún tendrían mucho que decir sobre todo en ese primer cuarto. A la buena defensa hubo que añadir la velocidad con la que montaban los contragolpes, esa combinación se convirtió en mortífera; robo de balón y contragolpe: el Canarias se veía desarbolado por un equipo magistralmente dirigido por Alonso que proporcionó una velocidad endemoniada a cada uno de los ataques del PDV.