Los pilotos descubrían por fin las primeras dunas de arena de
este 2003. Roma, uno de los máximos favoritos a alzarse con la
victoria final en esta vigesimoquinta edición del Dakar y que ayer
conseguía el triunfo de etapa, sólo pudo concluir en tercera
posición y acumula en la general un retraso de 4 minutos y 16
segundos respecto a Sainct. La desventaja podría haber sido incluso
mayor, ya que a falta de 60 kilómetros para la meta, cuando rodaba
en cabeza de la especial, el neumático trasero de su bicilíndrica
comenzara a degradarse rápidamente debido a la dureza de la
superficie para acabar completamente destruido.
El piloto español se vio obligado a ralentizar el ritmo para
poder continuar en carrera y eso le costó los tres minutos que ha
perdido respecto a sus rivales en la llegada al vivac de El Burma.
Por delante de él, con una desventaja de 2:25 respecto a Sainct, se
clasificó el italiano Fabrizio Meoni (KTM), que ayer atacó de
principio a fin para concluir en segunda posición, a 17 segundos de
la cabeza de la carrera.
Por su parte, Isidre Esteve, al igual que Roma, también pasó por
ciertas dificultades, después de que su moto se quedara en un
cilindro y llegara a meta con esta avería. Sus mecánicos cambiaron
el motor para hoy, pero había perdido ayer más de media hora y se
vio relegado hasta el puesto vigesimosegundo de la general. Marc
Coma, en cambio, de nuevo protagonizaba una gran actuación. Terminó
la quinta etapa en séptima posición, a pesar de perderse en varias
ocasiones, lo que provocó la curiosa situación de que tuviera que
adelantar hasta en tres ocasiones a otro participante, según
reconocía el piloto tras superar la línea de meta, que pierde un
puesto en la general, donde ahora es sexto.
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