EP-A CORUÑA
El portero internacional José Francisco Molina Jiménez deberá abandonar temporalmente la práctica del fútbol a causa de un tumor en un testículo, según anunció ayer a mediodía el propio jugador en una rueda de prensa en el estadio de Riazor, en la que estuvo acompañado por el presidente deportivista, Augusto César Lendoiro, y el doctor del club César Cobián. El guardameta internacional había sido intervenido quirúrgicamente en la zona el 18 de junio de 2001, el día posterior a la conclusión de la Liga 2000-01. En aquel momento, el tumor ya fue diagnosticado como maligno, pero el jugador, objeto de revisiones periódicas, ha podido desarrollar su actividad con completa normalidad hasta la fecha ya que no se le extendió al resto del cuerpo.

Sin embargo, el último control, realizado el pasado miércoles, detectó complicaciones en la zona. Por lo tanto, Molina será sometido a un tratamiento de quimioterapia para intentar superar su enfermedad, por lo que se ve obligado a abandonar indefinidamente la práctica del fútbol. «Los médicos me han recomendado que lo más importante es el entorno porque voy a necesitar bastante ayuda. Por ello, voy a realizar el tratamiento en Valencia: soy de allí y es el lugar donde mejor voy a estar», apuntó el cancerbero, que contará con sus personas más próximas en este momento tan delicado.

El doctor Solsona, perteneciente al Instituto Valenciano de Oncología, recibirá en el día de hoy al portero y, en ese momento, se podrá concretar algo más sobre su período de baja, así como las pautas concretas del tratamiento a seguir. El doctor César Cobián, uno de los médicos del Deportivo, avanzó que «el pronóstico vital es bueno, pero hay que estar pendiente de los efectos secundarios que se puedan producir a lo largo del tratamiento que será duro como suele ocurrir en este tipo de enfermedad».