El seleccionador, Javier Imbroda, los jugadores y el resto de la
delegación española dan mayor importancia al compromiso por los
efectos psicológicos que supone empezar el campeonato con una
victoria que a las consecuencias futuras del resultado, siempre
sujetas al desarrollo mismo de la competición. No obstante, el
choque frente a la formación de Jay Triano ha sido analizado,
estudiado y desmenuzado desde hace semanas por el cuerpo técnico.
España conoce el baloncesto de los canadienses al dedillo. Sabe
perfectamente quienes son sus hombres clave, Michael Meeks y el
alero Rowan Barret, y han trabajado todos los aspectos defensivos y
ofensivos del encuentro hasta el más mínimo detalle.
El equipo nacional ha hecho especial hincapié en la necesidad de
cubrir los tiros exteriores con ayudas de los hombres altos, una
lección que aprendió hace dos años en los Juegos Olímpicos de
Sydney con una dolorosa derrota (91-73) y que, en cualquier caso,
entraña ciertos riesgos en el rebote. La mejor noticia para España
es la ausencia del base de los Mavericks de Dallas Steve Nash, a
quien el dueño de la franquicia estadounidense no ha permitido
disputar el Mundial con su selección. La ausencia de Nash resta
gran parte de su potencial al cuadro norteamericano, pero no la
suficiente como para ningunearle.
Sea como sea, este es el encuentro que mejor ha podido preparar
España, ya que una vez inmersa en la dinámica de la competición, no
dispondrá de tanto tiempo para diseccionar el juego de sus rivales,
a los que también ha dedicado muchas horas de vídeo, de estudio y
de analísis Angel Sánchez Cañete, responsable de esta función en el
equipo de colaboradores de Javier Imbroda. «Canadá es un buen
equipo, pero es muchísimo mejor con Nash, un jugador de gran
calidad. A pesar de esa baja seguimos frente a una selección de
enorme potencial físico, que interpreta un baloncesto de alta
velocidad, muy intenso en defensa y con mucha eficacia en el tiro
exterior», explicó a EFE Cañete.
El ojeador del equipo español recalcó la juventud de los hombres
dirigidos por Jay Triano, «enrolados en equipos de diferentes
ligas, ya que no cuentan con una liga profesional en su país, lo
que les confiere bastante experiencia». Canadá es una selección
comparable dentro del espacio europeo a la rusa, si no mejor, pero
ni siquiera eso forzará la paulatina incorporación a la dinámica
del equipo de Pau Gasol, cuyo estado físico todavía debe mejorar
debido a la rotura fibrilar en el muslo izquierdo, ya superada, que
le ha impedido ejercitarse al mismo ritmo que los demás jugadores
durante la concentración previa al Mundial. Gasol jugará, aunque no
formará parte del cinco inicial que Javier Imbroda pondrá en pista
frente a los canadienses.
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