Dekker, en baja forma después de sufrir una fractura de fémur en
la Milán San Remo, se descolgó varias ocasiones en los diez últimos
kilómetros y cuando parecía en fuera de juego se reincorporó al
grupo, fue tercero y preparó el esprint para Kroon, quien inauguró
su palmarés en el Tour. El Rabobank hizo valer la superioridad en
la fuga. El pelotón, ajeno a peleas innecesarias, salvó el día con
tranquilidad, el ONCE Eroski sigue con Ígor González de amarillo y
no hubo caídas, algo digno de celebrarse tras las accidentadas
jornadas precedentes. Robbie McEwen dio tiempo al grupo principal a
1.55 del ganador. La general no sufrió alteración alguna en espera
de la contrarreloj individual, en la que los favoritos deberán
asumir el protagonismo de la carrera y se perfilarán las posiciones
camino de la montaña. El estadounidense Lance Armstrong partirá en
la etapa cronometrada octavo en la general a 34 segundos de Ígor
González.
En la celebración del 14 de julio, tres franceses, Hinault
(Credit), Renier (Bonjour) y Augé (Delatour), un trío holandés,
Kroon y Dekker (Rabobank) y Knaven (Domo) y el lituano Belohvosciks
(Lampre) saltaron en el km. 108 con permiso del ONCE y demás
equipos de los favoritos, como el US Postal. Los siete intrépidos
de la fuga entraron en el circuito Jean Yves Perron de Plouay,
escenario del Mundial de 2000, con 25 kms. hasta meta y menos de
cuatro minutos de adelanto. En la ciudad de la bicicleta y de las
ricas crepes empezaron los ataques en cabeza, con Erik Dekker en la
iniciativa. Dekker desbordó su experiencia e inteligencia cuando
parecía que se hundía sin remisión y se empeñó en prestar un
servicio impagable a su compañero de equipo. Sin encontrar la forma
de despegarse, los siete protagonistas se jugaron la carrera en un
selecto esprint en el que finalmente Kroon fue el más rápido.
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