Pedrosa no pudo con Manuel Poggiali en los entrenamientos, pero
en la carrera salió dispuesto a enmendar la situación y no tardó en
marcharse con el grupo que habría de hacer la selección definitiva.
Estaban todos en él y si bien no contaban en principio con la
«resurrección» del francés Arnaud Vincent, primer líder de los 125
cc, a la postre tuvieron que sucumbir a la ambición de éste, quien
desde la cuarta línea de salida remontó hasta dar buena cuenta de
todos ellos. Dani Pedrosa hizo una carrera inteligente, como
habitualmente, controlando en todo momento a su rival Poggiali y si
tras la caída del italiano Lucio Cecchinello (Aprilia) se pensaron
que ellos eran los aspirantes a la victoria se equivocaron, ya que
Vincent esta vez estuvo mucho más avezado que ellos y les doblegó,
si bien es justo decir que quizás la lucha por la segunda plaza les
valía a ambos para sus particulares objetivos.
El caso de «Fonsi» González Nieto (Aprilia) era algo más
apremiante. Necesitaba una victoria frente a Marco Melandri
(Aprilia) para romper su racha victoriosa, pero se durmió en la
confianza de una última vuelta magistral, que no le salió como tal
y acabó doblegado, una vez más, la cuarta, frente a su rival
italiano. Pero en tanto a él le ganaba la partida Melandri, su
compañero de escudería daba una de cal y otra de arena para
volverse a subir al podio, ya que un error con el cambio de marchas
le dejó clavado en la salida y luego tuvo que esforzarse para
remontar, pero lo hizo con tal eficacia que acabó por subirse
nuevamente al podio tras doblegar a multitud de rivales.
Como «Fonsi» Nieto, Carlos Checa (Yamaha M-1) quiso dar un giro
al desarrollo de una cilindrada, la de MotoGP, que tiene un único
protagonista, el italiano Valentino Rossi. Checa salió como una
exhalación y marcó el ritmo de carrera durante casi la primera
mitad de la misma, pero en tanto que su conducción rozaba los
límites de la física, la de su rival se quedaba en un mero control
absoluto de la situación, con el italiano Max Biaggi (Yamama M-1)
en una cómoda tercera plaza que él sabía no podía mejorar salvo
error de alguno de sus rivales.
Y no podía ser de otra forma. Checa forzó a lo largo de todo el
trazado su pilotaje y su moto acabó por perder cualquier mínimo
límite de gravedad que pudiera conocerse. El neumático delantero de
su Yamaha llegó al límite de adherencia y ahí se acabó la
fantástica carrera que estaba realizando el de Sant Fruitós, que
cuenta en las cábalas de muchas de las fábricas y escuderías para
el próximo año, pero que por ahora bastante tendrá con lograr que
su equipo encuentre algo más de potencia para su moto.
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