2 PARAGUAY: Tavarelli; «Chiqui» Arce, Cáceres, Ayala, Gamarra, Caniza; «Toro» Acuña, Struway, Alvarenga, Campos y Santa Cruz
Cambios: Morínigo por Campos, Gavilán por Alvarenga y Franco por Struway.
2 SUDÀFRICA: Arendse; Aaron Mokoena, Issa, Rabede, Carnell; Nzama, Teboho Mokoena, Sibaya, Fortune; Zuma y McCarthy
Cambios: Koumantarakis por McCarthy y Mukasi por Issa.
Àrbitro:
Michael Lubos (Eslovaquia). Mostró la tarjeta amarilla a los paraguayos Cáceres, Caniza y Tavarelli, y a los sudafricanos Mokoena, Issa, McCarthy y Zuma.
Goles:
1-0, minuto 39, Santa Cruz.
2-0, minuto 59, Arce.
2-1, minuto 63, Struway, en propia puerta.
2-2, minuto 91, Fortune, de penalti.

Efe COREA
El encuentro tuvo un inicio explosivo y antes de que se cumpliera el primer medio minuto, el árbitro se tragó el silbato en un más que probable penalti del portero sudafricano, Andre Arendse, sobre Santa Cruz, que quiso dejar claro desde el inicio que su solitaria demarcación no iba a ser impedimento para acaparar en torno a sí el protagonismo del encuentro.

Antes de marcar el primer gol del partido, el delantero del Bayern de Munich ya había resultado victorioso, sobre todo en el juego aéreo, en el que reinó con suficiencia; uno de los duelos más espectaculares del encuentro, el que le enfrentó al central del Leeds United Lucas Rabede. El meta sudafricano tuvo que emplear su repertorio para neutralizar las continuas acciones de peligro con que Santa Cruz le acosó. Nada pudo hacer, sin embargo, para evitar el 1-0 en el minuto 38. «Chiqui» Arce botó una falta desde la derecha y, aprovechando un grave error en el marcaje, Santa Cruz cabeceó a la red a portería vacía.

La primera parte había transcurrido sin un dominador claro, con dos equipos muy preocupados por no verse sorprendidos y que se decantó en favor de quien supo aprovechar un error en la zaga. Fue sin embargo la «albirroja» la que amplió la ventaja.

Los dos goles de ventaja parecían allanar la victoria de los paraguayos, pero los «Bafana Bafana» no cejaron en su empeño y desarrollaron el mejor juego del encuentro que desembocó en el 2-1. Pero la apuesta de Paraguay era arriesgada y, cuando ya acariciaba la victoria y las acometidas del rival escaseaban, una internada de Sibusiso Zuma por la izquierda fue interceptada por el meta Tavarelli en una acción que el árbitro interpretó como penalti.