Solskjaer dinamita a un Deportivo que nunca se rindió

Efe - MANCHESTER
En el «teatro de los sueños», el Deportivo no recuperó la «magia» de las grandes citas, pese a la atrevida apuesta de Irureta y no llegó, siquiera, a poner nervioso al campeón inglés. Frente al fútbol directo del Manchester, el Deportivo optó por el control, y lo tuvo, pero sin que el equipo de Alex Ferguson se viese excesivamente exigido durante todo el primer tiempo. Solskjaer, uno de los héroes del Campo Nou en el 99, salió al campo en sustitución de Beckham y lo primero que hizo fue leer dónde iba a ir un libre directo lanzado por Verón, aparecer entre la defensa y batir a Molina.

El gol apagó al Deportivo, que perdió de vista a Tristán, se enredó en pases horizontales en la línea media inglesa y ofreció al Manchester la oportunidad de sentenciar al contragolpe. Sin embargo, no lo hizo el conjunto de Ferguson, por el aciago primer tiempo del holandés Ruud van Nistelrooy, y el Deportivo llegó vivo al descanso, premiado por la única ocasión en la que supo explotar por la banda la debilidad ofensiva de su rival. Incapaz de contener una internada por la banda izquierda de Enrique Romero, el Manchester se encontró con el balón en su portería por un despeje contra su meta de Laurent Blanc.

Irureta puso más artillería sobre el campo tras el descanso, con la entrada del holandés Roy Makaay, y el Deportivo llegó a encerrar en su área al Manchester, pero otro zarpazo del Manchester le desarmó. De nuevo, un pase de Verón y, otra vez, la irrupción de Solskjaer para batir a un desafortunado Molina. Fue la puntilla. El Deportivo, que casi acto seguido perdió por doble amonestación a Scaloni, encajó otro tanto de Giggs y, en su desesperación, sufrió una nueva expulsión, la de Duscher, que convirtió el último cuarto de hora en un único esfuerzo por limitar el castigo, lo que logró mínimamente con un inservible gol de falta de Djalminha.