El sorteo de la Liga de Campeones celebrado en Nyon (Suiza) ha
dejado en el aire la posibilidad de que haya un tercer
enfrentamiento entre Barcelona y Real Madrid que amenaza con romper
todos los récords de audiencia televisiva. Aunque, para ello, el
Barcelona deberá derrotar primero en cuartos de final al
Panathinaikos griego y el Real Madrid hacer lo propio con el
vigente campeón de la máxima competición continental, el Bayern de
Munich alemán. Por este motivo, y porque también deben disputar
antes dos partidos trascendentales de la Liga española,
barcelonistas y madridistas no querían ayer evaluar la
trascendencia que podría tener ese encuentro histórico en
semifinales. El técnico azulgrana, Carles Rexach, reconoció, sin
embargo, que tendría «un encanto y un morbo especial» una
eliminatoria europea contra el Real Madrid, que este año celebra el
centenario de su fundación. Rexach contaba sólo con 13 años cuando
se enfrentaron por primera vez el Real Madrid y el Barcelona en las
semifinales de la Copa de Europa en 1960.
El Real Madrid había ganado las cuatro primeras ediciones de la
Copa de Europa disputadas, pero el Barcelona, de la mano del mágico
«HH», amenazaba con acabar con su hegemonía. El Barcelona disputaba
por primera vez la Copa de Europa, tras haber conquistado la Liga y
la Copa de España en la temporada 1958-59. Además, el partido de
ida de semifinales de la máxima competición continental se
disputaba en el Santiago Bernabéu el 20 de abril, con el golpe
psicológico que había supuesto que tres días antes el Barcelona
había ganado su segunda Liga consecutiva, gracias a su mejor
coeficiente de goles, tras haber quedado empatados a puntos y en
los enfrentamientos directos los dos grandes rivales.
Pero el ambiente se enrareció cuando los jugadores del
Barcelona, apoyados por «HH» pidieron un aumento de primas para la
Copa de Europa, en lo que se denominó el 'plante de La Berzosa',
nombre de la localidad madrileña donde se había concentrado el
equipo. El Barcelona perdió por 3-1 el partido de ida disputado en
Chamartín y, en medio de una conmoción general, el Real Madrid
también se impuso en la vuelta por 1-3 el 27 de abril.
Los seguidores del Deportivo de la Coruña hubiera preferido
tanto al Real Madrid como al Barcelona para los cuartos de final de
la Liga de Campeones, pero al corresponderle el Manchester United
confían en volver a repetir la hazaña de la primera fase y
superarle en el cómputo global de la eliminatoria. Cuando se había
sorteado la primera liguilla de la actual competición continental
el Manchester partía como el rival más difícil a batir, ya que
tanto Olympiakos como Lille parecían más asequibles. La realidad
reveló entonces que todo lo que se creía a priori no valía, porque
en los cuatro enfrentamientos ante los griegos y los franceses el
Deportivo de la Coruña sumó otros tantos empates, mientras que su
clasificación para la segunda fase se consumó precisamente contra
el Manchester. Un 2-1 en Riazor, el 25 de septiembre, con goles del
uruguayo Walter Pandiani y del marroquí Nourredine Naybet y, sobre
todo, el extraordinario triunfo (2-3) en el mítico Old Trafford el
17 de octubre, con un gol de Sergio González y dos de Diego
Tristán, catapultaron al Deportivo de Javier Irureta como líder del
Grupo G a la segunda fase.
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