Europa Press - MALASIA
El piloto alemán Ralf Schumacher (BMW Williams) logró en el circuito malayo de Sepang, donde tuvo lugar el Gran Premio de Malasia, segunda prueba del Mundial, la cuarta victoria de su carrera deportiva secundado por su compañero Juan Pablo Montoya (BMW Williams), que llegó segundo completando un doblete que supone el fin de tres años de hegemonía de Ferrari en Malasia. El mejor piloto sigue siendo, tras la disputa de dos pruebas, el Kaiser con 14 puntos, seguido por Juan Pablo Montoya, que ahora suma 12, y de Ralf Schumacher, que gracias a la victoria de ayer se coloca tercero con 10 puntos.

Jenson Button (Renault) y los Sauber de Nick Heidfeld y Felipe Massa completaron los puntos. La cuarta plaza de Button es una mala noticia para el probador español Fernando Alonso (Renault), que aspira en un futuro a ocupar el asiento del británico. La clave de la carrera estuvo en la salida tal y como ocurrió en Australia. Aunque no hubo incidentes tan graves como en Melbourne, sí se produjo un encontronazo entre Montoya y Michael Schumacher que fue vital y otro menor entre Fisichella (Jordan) y Sato (Toyota).

Después del incidente, el alemán tuvo que entrar en boxes para cambiar el alerón delantero y el colombiano fue penalizado por estimar los comisarios que realizó una maniobra irregular con un 'stop and go' de 20 segundos. La decisión de los comisarios de carrera fue muy polémica, ya que ni siquiera Michael Schumacher se mostró de acuerdo con ella al finalizar la prueba. Finalmente Ralf Schumacher no tuvo rival de cara a la victoria. Sólo Rubens Barrichello (Ferrari) parecía plantarle cara, pero su estrategia de dos paradas en boxes le dio la delantera al alemán, que más tarde se aprovechó del abandono del brasileño para vencer con una cómoda ventaja de casi 40 segundos sobre Montoya. Ambos basaron su victoria en el buen rendimiento de los neumáticos Michelin en el asfixiante calor de Sepang.

Las últimas vueltas de Michael Schumacher fueron antológicas. Era Button quien marchaba tercero con más de 20 segundos de ventaja sobre el Kaiser, pero éste no se rindió y tiró fuerte hasta adelantarse en los últimos compases.