Efe MONTECARLO
El francés Sebastien Loeb (Citroën Xsara) se adjudicó ayer, de forma provisional "a la espera de una apelación" en Montecarlo su primera victoria en el Mundial, después de disputarse las cuatro especiales de la última etapa, en la que el finlandés Tommi Makinen (Subaru) fue segundo, a 45 segundos, y el español Carlos Sainz (Ford Focus) tercero, a 2'01 minutos.

Loeb, líder desde el tercer tramo de la carrera, consiguió mantener su hegemonía hasta el final, pese a la presión del finlandés Tommi Makinen, el tetracampeón del mundo y ganador de las últimas tres ediciones de Montecarlo, que tomó la salida en la última etapa separado del francés por tan sólo 28 segundos.

Sin embargo, este éxito puede quedarse en nada por el incidente que protagonizó el sábado al término de la segunda etapa, cuando los comisarios de la carrera le penalizaron con dos minutos por cambiar los neumáticos de su Xsara WRC en una zona en la que no estaba autorizada esa operación.

Citroën presentó una reclamación contra la sanción de su único piloto superviviente en Montecarlo, que será estudiada las próximas semanas por el Tribunal de Apelación de la Federación Internacional de Automovilismo.

Sainz, que el jueves será distinguido con la Gran Cruz de la Real Orden al Mérito Deportivo, se llevó la victoria por la tercera plaza en la que pugnó con el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206), que finalmente cedió el cuarto puesto a Colin McRae. Pase lo que pase con la sanción, Sainz no mejoraría su posición final, ya que la desventaja con respecto a Loeb es de más de dos minutos.