Capriati, que ganó su primer grande en Australia en enero, se
impuso a la belga Kim Clijsters por 1-6, 6-4 y 12-10 en dos horas y
21 minutos, con una hora y 19 minutos para ganar la tercera manga,
la que más juegos consumió desde que la alemana Steffi Graf y la
española Arantxa Sánchez Vicario lucharon en la de 1993 (10-8).
La estadounidense Chris Evert, la última estadounidense de
origen que ganó este torneo (1986) y la que protegió a Capriati en
sus comienzos, fue la encargada de entregar la Copa Suzanne Lenglen
a la nueva campeona en compañía del plusmarquista mundial, campeón
del mundo y olímpico de los 100 metros, Maurice Green.
Capriati dedicó su victoria a su compatriota la tenista Corina
Morariu, muy grave a causa de una leucemia. «Ojalá estés bien»,
dijo. Poco después del triunfo se había lanzado hasta el palco
donde se abrazó con su hermano Steven primero, y luego con su padre
y entrenador Stefano. Con sus dos primeros grandes en el bolsillo,
Capriati puede convertirse ahora en la primera ganadora del Gran
Slam (los cuatro en el mismo año). Sólo tres jugadoras lo han
logrado durante la historia, Maureen Connolly (1953), Margaret
Smith Court (1970) y Steffi Graf (1988).
Por su parte, Alex Corretja y Gustavo Kuerten, los dos hombres
que han demostrado ser los más fuertes este año en Roland Garros,
cruzarán hoy sus raquetas por primera vez en un torneo que no sea
Copa Davis o el de Roma, con el título de París en juego. Después
de la exhibición de Kuerten ante Juan Carlos Ferrero en
semifinales, con el brasileño admitiendo que mejor no se puede
jugar ya, «Guga» entra en la final con la vitola de máximo
favorito, dispuesto a convertirse en el sexto jugador que logra
tres veces este título desde el sueco Mats Wilander (1983, 1985 y
1988). Para Corretja sería la primera vez.
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