Balonmano

España se alza con el quinto puesto derrotando a los campeones olímpico

Francia destrona a Suecia y se proclama campeona del mundo

05/02/01 0:00

40 ESPAÑA: Barrufet, Ugalde (4), Schepkin (3), Masip (6), Olalla (3), Ortega (10), Garralda (4) -siete inicial- Hombrados, Duishebaev (6), Colón, Hernández (1), y Entrerríos (3).
38 RUSIA: Lavrov, Kokcxarov (6, 1 de pen), Koulechov (3), Krivochlykov (6), Toutchkine (4), Torgovanov (4), y Khodkov (3) -siete nicial- Soukoussian, Koudinov (2), Ivanov (4, 3 de pen), Koudinov (2), Pogorelov (3), y Gorpicxine (1).
PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-3, 3-6, 7-7, 10-11, 15-13, 18-15; 21-19, 21-24, 25-28, 29-29, 32-32, y 35-35. En la prórroga: 40-38.
ARBITROS: Hansson y Olsson (Suecia). Excluyeron a Duyshebaev, Masip y Olalla, por España; y a Koulechov, Kxodkov e Ivanov, por Rusia.

EFE-París
En el partido destacó la labor del siempre eficiente Ortega (10 goles). España y Rusia decidieron disputar el partido sin poner demasiado en juego, sobre todo en labores defensivas. Los rusos, acostumbrados a pelear por el dorado metal, se veían en una situación extraña para ellos. España tampoco estaba muy mentalizada (este mundial sólo servía para engordar el palmarés y para hacer patente que hay un buen relevo generacional), aunque Argilés contó con sus mejores hombres.

Otra nota positiva fue la elección de David Barrufet como mejor portero del Mundial Francia 2001 por la Federación Internacional de Balonmano (IHF). El portero de la selección española y del F.C. Barcelona figura como portero en el equipo ideal del mundial que ha configurado la IHF al término del mundial. M Equipo ideal: David Barrufet (ESP), Portero; Eduard Kokcharov (RUS), Extremo; Zikica Milosavijevic (YUG), Extremo; Bertrand Gilles (FRA), Pivote; Hussein Zaky (EGY), Central; Stefan Lovgren (SUE), Lateral; Kyung Shin Yoon (KOR), Lateral. Mejor jugador: Stefan Lovgren. Juego limpio: Suecia.

Francia se proclamó campeona del mundo tras derrotar a Suecia (25-28), que defendía el título logrado en Egipto 99, en una final trepidante en la que hubo que recurrir a la prórroga.