LUIS VILLAREJO (EFE)
Dejar a un lado el ansia y las urgencias a la hora de exponer el talento en el terreno de juego es el objetivo de José Antonio Camacho, quien tiene claro desde el domingo, al menos por las pistas que ha ofrecido en Viena, que el sustituto de Gerard López en la zona ancha será Rubén Baraja.

Es Baraja un tipo que no se arruga, es sin duda el fichaje estrella del Valencia este año. No tuvo Baraja más remedio que abandonar su equipo, el Atlético de Madrid, para progresar este año como profesional.

Y bien que le echa de menos el Atlético. A Baraja le ha cambiado la vida. De seguir en el Atlético de Madrid, en Segunda división, difícilmente le hubiera llegado la hora de debutar en el equipo nacional.

Pero la apuesta del Valencia le ha puesto en órbita. Hoy debutará desde el comienzo en el Prater de Viena. Da la impresión de que Camacho no está en estos momentos para inventos ni para probaturas. Y si accede a ellas, como el caso de Baraja es por necesidad.

El seleccionador va a tirar de sus clásicos, de aquellos que han dado la cara en la pasada Eurocopa y que por avatares de este fútbol nuestro, terminaron «tocados» con el partido ante la selección de Francia en los cuartos de final en Brujas.

Se han incorporado chicos nuevos a la selección. Esteban, Catanha, Víctor, Rufete, pero de entrada ninguno de ellos cuenta con opciones. Salvo Iker Casillas y Manuel Pablo que se han ganado el sitio en las últimas convocatorias y la obligada referencia de Baraja, el perfil y el estilo de José Antonio Camacho es el de siempre.