M. TORRES La expedición del Puig d'en Valls que se ha desplazado a Tarragona para disputar el primer partido en la segunda jornada de competición deberá afrontar un debut no deseado por varias razones. Para empezar no es lo mismo iniciar la liga en casa que fuera del propio campo, pero un aplazamiento impidió que se jugase el primer partido de la campaña ante el Cornellà. Es más, el club de Santa Eulària solicitó, en su día, un lugar en el sorteo que le permitiese comenzar la temporada jugando en casa.

No será así y las diez jugadoras que dirigen Xavi Ferrer y Víctor Torres deberán debutar en la Primera División del baloncesto femenino español jugando fuera de casa y ante un rival, que a priori, es más complicado que el Cornellà. Montse Magre vuelve al equipo y aunque no se encuentra al cien por cien será, sin duda, una de las principales bazas del juego visitante. Eva Bufí no viajará por motivos laborales, mientras que se recupera a la júnior Gemma Barnaus para los oportunos refuerzos.

Karen Reyes, Victoria Soto, Piqueras, Marta Coll, Eva Yepes, Magre, Verónica Ruiz, Barranco, Lina Roig y Barnaus son las diez jugadoras desplazadas a Tarragona. Con ellas debe Ferrer ensayar y poner a prueba sus sistemas defensivos, sobre los que se basa, en gran medida, el juego del equipo. Desde la defensa y su intensidad deben partir las transiciones rápidas, presionando sobre las primeras líneas de pase de las rivales. «No me acaba de gustar que nuestro debut sea fuera de casa, y más porque nosotros pedimos en el sorteo la posibilidad de empezar jugando en casa. No hemos hecho partidos con lo que el equipo no está rodado y nuestro sistema de juego y su efectividad dependen del rodaje, de jugar partidos. Nos faltará ritmo de competición», explicó Ferrer.