Redolat, campeón de Europa en pista cubierta, se pasó la primera
serie tropezando, saliendo y entrando del grupo hasta que, en la
última vuelta, sus fuerzas se agotaron y perdió contacto con los
demás. Su undécimo lugar con 3:45.46 proclama su fracaso.
La amenaza de perder toda representación española en la final,
latente durante la última vuelta de la segunda serie, se disipó con
la reacción final de Higuero. El burgalés, que parecía condenado a
perder contacto con el grupo, aún guardaba fuerzas bastantes para
meterse por las bravas en la final arrebatando el quinto lugar (de
acceso directo) al coruñés Andrés Díaz, quien, víctima de una
crisis asmática, cedió terreno al final y se clasificó por tiempos
(3:38.41).
Los dos martines, Eliseo y Luis Miguel, lograron que por segunda
vez en la historia, como en Moscú 80, España tenga dos
representantes en una final olímpica de 3.000 m. obstáculos. Sólo
se quedó fuera el barcelonés Marco Cepeda, que estaba en gran forma
física aunque muy debilitado por la gripe en los últimos días.
Eliseo Martín, en la primera serie, estuvo siempre atento en cabeza
y respondió al ataque del keniano Reuben Seroney. El oscense acabó
cuarto (pasaban 4 a la final) con 8:24.97. En la segunda carrera
Luis Miguel Martín tuvo un tropiezo con el keniano Bernard
Barmasai, favorito para ganar el oro, y cayó al suelo. El madrileño
notó molestias en el sóleo derecho y no está recuperado de su
lesión.
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