La cilindrada más esperada, los 500 c.c., no deparó nada bueno para los intereses españoles. Àlex Crivillé, agresivo y eficaz como en sus mejores tiempos, se fue por los suelos cuando se acercaba a la cabeza de carrera y era tercero en esos momentos, lo que le dejó una vez más con la miel en los labios a la hora de demostrar que su título de campeón del mundo no fue fruto de la casualidad y que sólo un cúmulo insospechado de circunstancias le han alejado este año de la renovación.

Algo semejante le sucedió a Carlos Checa, quien tras solventar todos los problemas de entrenamientos se metió de lleno en la carrera pero se salió «recto» cuando también era tercero y pudo regresar para ser séptimo. El japonés Shinya Nakano (Yamaha) logró resarcirse del infortunio sufrido en Estoril (Portugal) y ganó con suficiencia la prueba valenciana de 250 c.c., aunque secundado y controlado desde muy cerca por su compañero de escudería y líder, Olivier Jacque.

Las esperanzas españolas estaban fundamentadas en Alex Debón, del equipo Airtel Aprilia de «Aspar» y en David Checa (Honda), pero el primero vio rápidamente truncadas sus aspiraciones, al cometer un error en la primera vuelta.

Mientras, David Checa hizo una carrera impecable, como los entrenamientos, y rodó casi todo el tiempo con el australiano Anthony West (Honda), el británico Vincent (Aprilia) y el argentino Sebastián Porto (Yamaha), pugnando por la séptima plaza.

Las órdenes de equipo y el interés de Derbi por mantener «vivo» en la lucha por el título al japonés Youichi Ui alejaron ayer a Pablo Nieto de su primer podio en el mundial, mientras el italiano Roberto Locatelli (Aprilia) ganaba implacable la carrera y es cada vez más líder, con Emilio Alzamora (Honda), en una muy discreta quinta posición y cada vez más lejos de renovar su título mundial.