Si el récord de Thorpe en los 400 libre era previsible, la
victoria del equipo local sobre Estados Unidos en el relevo 4x100
libres superó cualquier expectativa. Los norteamericanos no habían
perdido esta prueba en toda la historia de los Juegos. Durante la
misma no sólo se batió la plusmarca universal por equipos, con
3:13.67, sino que el primer relevista, Michael Klim, rebajó también
el récord individual de 100 metros (48.18), a sólo tres días de
vérselas con su anterior poseedor, el ruso Alexander Popov.
Klim, Chris Fydler, Ashley Callus y Ian Thorpe fueron los
autores de este resultado excepcional, mientras que Anthony Ervin,
Neil Walker, Jason Lezak y Gary Hall Jr. formaron el equipo
perdedor, con Brasil como escolta. Australia comandó la prueba en
los dos primeros hectómetros, pero en el tercero Callus acumuló una
desventaja que a Thorpe le costó mucho recuperar. Sólo en la última
brazada de la carrera superó a Hall, que ganó la pared a 19
centésimas del australiano.
Para entonces, hacía ya una hora que Thorpe había mejorado el
récord del mundo de 400 libre al imponerse en la final con un
tiempo de 3:40.59. La anterior plusmarca no tenía una larga vida,
pues él mismo la había establecido el pasado 13 de mayo, cuando,
también en el Aquatic Centre de Sydney, nadó las pruebas de
selección olímpica en 3:41.33. Thorpe sacó un cuerpo a sus
rivales.
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