EFE-(MULHOUSE)
El estadounidense Lance Armstrong fue el mejor en la decimonovena etapa del Tour de Francia, una contrarreloj de 58 kilómetros que se adjudicó a lo grande, a la vez que selló su triunfo absoluto en la carrera francesa. Armstrong no quería marcharse de Francia sin lograr una victoria de etapa. Era una espina que tenía clavada desde que le cedió a Marco Pantani la victoria en el Mont Ventoux y, aunque su liderato ya no corría peligro, el corredor se quiso despedir por la puerta grande.

Armstrong recorrió los 58'5 kilómetros entre la ciudad alemana de Friburgo y la francesa de Mulhouse con una brillantez absoluta. Desde su primera pedalada dejó entrever que iba como una moto y que a sus rivales les a resultar muy complicado el arrebatarle el mejor tiempo. Armstrong marcó el mejor cronómetro en todos los puntos intermedios y llegó en campeón a la ciudad de Mulhouse. Rodó a velocidad de vértigo (53'9 kms/h) y se adjudicó su séptimo triunfo en sus participaciones en el Tour de Francia. El domingo se subirá a lo más alto del podio en París por segundo año consecutivo.

La gran etapa de Armstrong no restó méritos a la realizada por el alemán Jan Ullrich, que obtuvo la segunda posición y aseguró ese mismo puesto en el podio. Ullrich tardó 25 segundos más que Armstrong en recorrer los 58 kilómetros, pero su pedaleo fue también extraordinario. No perdió nunca el control de la carrera y rindió de forma óptima desde el principio hasta el final. El alemán se va del Tour con la vitola de gran ciclista y en la contrarreloj corroboró su gran clase. Al margen de la lucha por el primer puesto la contrarreloj tenía un punto de interés especial, que era saber quién ocuparía finalmente el tercer puesto en la general. Para ello, el español Joseba Beloki y el francés Christophe Moreau, ambos del Festina, mantuvieron un bonito pulso.