Armstrong recorrió los 58'5 kilómetros entre la ciudad alemana
de Friburgo y la francesa de Mulhouse con una brillantez absoluta.
Desde su primera pedalada dejó entrever que iba como una moto y que
a sus rivales les a resultar muy complicado el arrebatarle el mejor
tiempo. Armstrong marcó el mejor cronómetro en todos los puntos
intermedios y llegó en campeón a la ciudad de Mulhouse. Rodó a
velocidad de vértigo (53'9 kms/h) y se adjudicó su séptimo triunfo
en sus participaciones en el Tour de Francia. El domingo se subirá
a lo más alto del podio en París por segundo año consecutivo.
La gran etapa de Armstrong no restó méritos a la realizada por
el alemán Jan Ullrich, que obtuvo la segunda posición y aseguró ese
mismo puesto en el podio. Ullrich tardó 25 segundos más que
Armstrong en recorrer los 58 kilómetros, pero su pedaleo fue
también extraordinario. No perdió nunca el control de la carrera y
rindió de forma óptima desde el principio hasta el final. El alemán
se va del Tour con la vitola de gran ciclista y en la contrarreloj
corroboró su gran clase. Al margen de la lucha por el primer puesto
la contrarreloj tenía un punto de interés especial, que era saber
quién ocuparía finalmente el tercer puesto en la general. Para
ello, el español Joseba Beloki y el francés Christophe Moreau,
ambos del Festina, mantuvieron un bonito pulso.
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