EFE - ROTTERDAM
Los incidentes fueron protagonizados al término de la semifinal de la Eurocopa ante Francia (1-2), el 28 de junio en Bruselas, que acabó con la eliminación de Portugal con un gol de oro. Según un comunicado de UEFA, el Comité de Control y Disciplina, presidido por el español José Luis Vilaseca, acordó, además de estas duras sanciones para los jugadores que no podrán participar durante este tiempo en competiciones organizadas por la UEFA, imponer una multa a la Federación Portuguesa de 175.000 francos suizos.

Las decisiones del Comité «se basan en los hechos ocurridos en el minuto 116 del partido, en el que cinco jugadores portugueses fueron amonestados y el árbitro y su primer asistente fueron empujados por jugadores portugueses, sufriendo golpes y arañazos de alguna consideración». «El cuarto árbitro, que intervino en un momento determinado para proteger a sus colegas, también fue hostigado, empujado y sujetado por su ropa. El árbitro, avisado por su asistente, había concedido un penalti a Francia por mano dentro del área.

El entrenador portugués calmó momentáneamente a sus jugadores para efectuar el lanzamiento del penalti, que se hizo con un retraso de cuatro o cinco minutos», continúa la nota. El comunicado de UEFA añade que «tras la conversión del penalti -obra de Zidane- casi todos los jugadores de Portugal corrieron hacia el árbitro asistente, que fue empujado e insultado. Un jugador portugués no identificado le escupió. Nuno Gomez dio un violento empujón al árbitro y Abel Xavier le agarró por el brazo».