Raúl González ha afirmado que está «en deuda con la afición española» y por eso tiene ganas «de seguir adelante» tras fallar el penalti frente a Francia en los cuartos de final de la Eurocopa.

Raúl, que ayer cumplió 23 años, reconoció que tras haber dormido se encuentra un poco mejor, aunque no ha olvidado que en sus botas podía haber estado el empate de España. «Ya ha pasado el disgusto y lo voy asimilando mejor, pero sigo en tensión porque me he dado cuenta de que la gente estaba muy ilusionada» señaló el delantero en una entrevista al portal de Internet Libre Directo.com. «No pude conseguir que España siguiera viva, pero eso es la grandeza del fútbol. Lloré y sentí impotencia, porque creía que íbamos a igualar el partido y mantener viva la ilusión. No pudo ser. Sé que estoy en deuda con la afición española por todo el cariño que me han dado, pero intentaré recompensarles en próximos campeonatos» prosiguió.

El jugador, quien pasará sus vacaciones con su mujer y su hijo recién nacido, ha conocido la parte mas amarga del fútbol, algo que hasta ahora ignoraba y dijo que lo siente sobre todo por sus compañeros de selección. «Pensé que la desilusión era tremenda, no sólo por mí, sino por todos mis compañeros. Llevábamos trabajando juntos veinticinco días y teníamos mucha ilusión en pasar esa barrera maldita de los cuartos de final y vencer a la campeona del mundo. Esto sirve para darte cuenta de la magnitud de un fallo», señaló. «Esa noche me costó conciliar el sueño, aunque cuando llegué a casa me dio una gran alegría ver a mi mujer y a mi hijo. Cuando me desperté al día siguiente me levanté con muchas ganas de seguir adelante. Esto ha sido un paso más en mi carrera futbolística y seguro que dentro de algunos años será una mera anécdota» dijo.