Aficionados turcos y belgas causaron varios incidentes en la noche del lunes al martes en Bruselas y Amberes, respectivamente, después de la victoria lograda por Turquía (2-0) sobre Bélgica y que clasificó a los visitantes para los cuartos de final de la Eurocopa de fútbol.

Varios centenares de jóvenes, miembros de la comunidad turca u originarios de aquel país, festejaron el pase de Turquía a la siguiente ronda de la competición en pleno centro de Bruselas al grito de «Turquía, Turquía», mientras algunos alborotadores se enfrentaron con los agentes de la seguridad belga. Más allá de la medianoche, la situación se había calmado, aunque algunos miembros de las fuerzas del orden permanecían alrededor del lugar para evitar más altercados. En medio del alborozo general provocado por el triunfo de la selección turca, los aficionados turcos más exaltados se dedicaron a romper vitrinas en los comercios de la zona, así como los parabrisas de los coches. Igualmente volcaron las mesas de las terrazas de los cafés y lanzaron barras metálicas sobre la terraza de un restaurante también céntrico.

En Amberes, algunos hinchas belgas se enfrentaron con la policía, a los que lanzaron botellas de vidrio alrededor de las once de la noche (21.00 gmt). Las fuerzas del orden decidieron cerrar una parte del centro histórico de la localidad para evitar mayores incidentes.