EFE-AMSTERDAM
Francia y Holanda, con su presencia garantizada en los cuartos de final, se enfrentarán esta noche en el Amsterdam Arena con la primera plaza del Grupo D en juego, pero ése es ahora un premio de escaso valor, por lo que Roger Lemerre prefiere reservar a sus mejores hombres mientras que Frank Rijkaard está más obligado, puesto que la presión sobre su equipo es grande después de ganar a sus rivales anteriores sin convencer.

Los campeones del mundo son los que han dado hasta el momento mejores vibraciones, junto a la Portugal que jugó contra Inglaterra, y sus ideas parecen estar claras, mucho más que las de Rijkaard y sus pupilos, quienes tienen la presión de ser los anfitriones y de tener una afición exigente que pide de la plantilla su mejor juego en cada compromiso, y más en un encuentro como este contra otro de los grandes favoritos al título. El encuentro de mañana (20.45) será una especie de tanteo entre los dos grandes aspirantes, aunque para Lemerre es una oportunidad de darle minutos a los jugadores que menos han intervenido hasta ahora. El técnico francés podría hace como el italiano Dino Zoff y dejar la alineación inicial huérfana de titulares. Por ello, ya muchos se han apresurado a decir que jugará Francia B, calificación que no comparte Rijkaard: «Francia tiene jugadores de gran calidad. Quién puede decir, por ejemplo, que (Frank) Lebeuf no tiene el máximo nivel».

Holanda tiene un gran potencial entre los 22 convocados pero aún no ha explotado pese a haber ganado los dos primeros encuentros. En Francia´98 comenzó mal y fue a más. Ahora, en casa, quiere que ocurra lo mismo y por ello pretende obtener un triunfo de prestigio que refuerce la confianza de la plantilla.