PLABLO SAN ROMAN - AFP
Francia ha acudido a la Eurocopa de Bélgica y Holanda con 18 campeones del mundo, pero uno de ellos, el joven Thierry Henry, fue suplente hace dos años, pese a que marcó tres goles. Ahora, tras pasar por Juventus y Arsenal, es la estrella del equipo. A sus 22 años, sorprende por su sangre fría, como ha demostrado con sus dos goles marcados en sus primeros partidos en la Eurocopa, contra Dinamarca y la República Checa.

Henry, que le gusta que sus 187 centímetros y 81 kilos pasen el mayor tiempo posible en la cama, ya avisó de sus posibilidades este año en el Arsenal, al que llegó tras una temporada aciaga en el Juventus de Turín. A las órdenes de Arsene Wenger, un técnico alsaciano que le tuvo como jugador en el Mónaco, Henry se destapó en el club inglés, como lo está haciendo en la Eurocopa, dejando en el banquillo al croata Davor Suker.

El delantero del Arsenal ha ganado en potencia estos dos últimos años y se ha adaptado al puesto de delantero centro que le confió Arsene Wenger en el club inglés. Busca los espacios, tiene técnica y velocidad. Parece que Francia ha encontrado a su añorado delantero. Pese a su fama de dormilón, le gusta trabajar. Una de sus técnicas para ser tan explosivo en carrera es lo que el delantero llama 5-15 (cinco segundos de aceleración y quince de carrera lenta). Levanta ocho veces seguidas 60 kg y dos 75 para ganar en potencia.