Lleva dos semanas a un altísimo nivel pero no quiere oir hablar de
ganar Roland Garros y mucho menos de ser el número uno del mundo.
Humilde y luchador ha evidenciado tras sumar el tercer título ATP
de su vida "segundo consecutivo: Conde de Godó y Mallorca Open" que
tiene tenis para estar entre los mejores. Ayer en la final del
Torneo el sueco Mikael Tillstrom no le duró una hora en la
pista.
Quedan tres semanas para llegar a Roland Garros y no hay una
sola quiniela en la que no aparezca Marat Safin. Ruso de
nacimiento, pero formado tenísticamente en Valencia, el "gitano",
como le gusta que le llamen, ha ganado consecutivamente Conde de
Godó y Mallorca Open. Su tenis parece incontestable. Un saque
demoledor que no falla en situaciones complicadas, una gran
derecha, un revés por encima de la media y el hecho de ser rápido y
contundente en la red le permiten pisotear a sus rivales en la
pista.
Mikael Tillstrom fue la última víctima de la apisonadora. A
pesar de que el ruso dijo que no se encontró tan bien como cuando
se enfrentó a Juan Carlos Ferrero hace una semana en Barcelona, el
tenista sueco no tuvo ninguna opción. El primer set fue igualado.
Los dos conseguían mantener su saque aunque el sueco pasó más
apuros. El décimo juego fue decisivo para la suerte del partido.
Safin rompía el servicio de Tillstrom y se anotaba la primera manga
por 6-4.
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