La polémica que ha rodeado en los últimos días al seleccionador José Antonio Camacho sobre la lista de convocados para el partido amistoso del próximo miércoles frente a Polonia, ha hecho estallar ayer al técnico de Cieza, que parece plantearse incluso la dimisión si no le dejan trabajar con libertad.

Camacho reconoció que se está replanteando su futuro debido a esta situación, ya que «difícilmente se puede trabajar así», manifestó en el aeropuerto de Barajas, donde la selección española debía tomar un vuelo hacia Alicante y desde allí desplazarse a la localidad murciana de Cartagena para enfrentarse a Polonia.

«Si no estoy a gusto en los sitios me voy, y ahora no lo estoy. Digo las cosas como son. A mí me gusta tranquilidad absoluta. Me gusta tener problemas por los resultados, no por estas cosas. No sé quién tiene que solucionarlo, pero a mí me gustaría que si juega la selección española no se generen problemas porque dé una lista. Yo sólo soy seleccionador y lo que no quiero es tener problemas. Si los tengo me marcho», aseguró el seleccionador español, que se mostró así de tajante en sus manifestaciones.