El Eivissa perdió ayer ante el Felanitx (0-2) en el peor encuentro de la temporada

XAVI OLTRA
Mala racha para el CE Eivissa. El equipo que entrena Àngel Vega realizó ayer un pobre espectáculo en Can Misses y culminó así una racha de cuatro partidos, en los que sólo ha conseguido un punto, en el derbi ibicenco ante la Peña.

Los locales cayeron justamente 0-2 ante un Felanitx limitado, reservón y que aprovechó las dos ocasiones que tuvo para noquear a un rival de broma. La ausencia de Julián Marcos se notó a la hora de aportar imaginación y recursos. El juego fue aburrido, espeso y dominado por los ibicencos, pero no por méritos propios sinó por concesión mallorquina. El Felanitx pasó por primera vez de medio campo en el minuto 18 en una internada de Jesús, que chutó de lejos y mal. Cuatro minutos más tarde hubo un presunto penalti al borde del área sobre Aguilera que quedó en nada. En el minuto 26 David disparó seco y duro desde la derecha provocando el despeje del portero y el posterior poste.

En el minuto 34 llegó el primer tanto visitante. Un balón largo controlado por Xiscu a la izquierda de Palacios sirvió para el posterior centro y el remate a placer de Valentín, situado en el segundo palo. Los dos únicos defensas que ocupaban la zaga local no pudieron hacer nada para evitar el 0-1 y la preocupación en el banquillo del Eivissa. Tras el descanso, el empuje y la voluntad de los hombres de Vega aumentó tanto en intensidad como en desacierto. Un gol anulado correctamente en el primer minuto hizo prever una reacción positiva del conjunto pitiuso. Nada más lejos de la realidad. El aburrimiento, falta de ideas y nulidad en ataque fueron convirtiendo al Eivissa en un equipo sin identidad, no merecedor de militar en la categoría que ocupa. El rival era más de lo mismo, pero tenía un tanto de ventaja y sabía a lo que jugaba.

La fatalidad se consumó en el minuto 69 con el 0-2. Santi lanzó desde la derecha del área una falta directa con la zurda y bastante rosca. El efecto dio problemas a Palacios que no pudo atrapar el esférico. El rechace fue aprovechado por Xiscu para machacar a bocajarro.

Los últimos 20 minutos fueron de agonía local, sin rumbo y sin capacidad de reacción. El banquillo no movió a ninguna pieza y el equipo se quedó como empezó: mostrando poco fútbol y una floja imagen a los fieles seguidores del Eivissa.