El Tour se encamina hacia París con casi todo decidido y solo
queda por disputar una jornada en la que algo está en juego, la que
se celebrará el sábado en Futuroscope, una contrarreloj de 57
kilómetros donde habrá algunos cambios. Las dos jornadas
precedentes son pues de transición. La decimoséptima, que concluye
en Burdeos, es totalmente llana y en ella con casi toda
probabilidad se volverá a producir una llegada masiva en la que los
velocistas como Zabel, O'Grady o Steels tendrán la ocasión de
apuntarse el triunfo, son además los únicos hombres rápidos que
quedan en el pelotón y en el caso de Zabel cuenta con el equipo
casi intacto por lo que aprovecharán estas etapas llanas para ir
sumando triunfos de cara al final del Tour el próximo domingo.
Burdeos es una ciudad clásica en la carrera francesa, ya que la
ha recibido en 76 ocasiones. La primera en 1903, con victoria de
Laeser y la última en 1997, con victoria de Erik Zabel, que podría
intentar repetir en el día de hoy ya que es el más cualificado si
se llega, como se presume, en pelotón.
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