EFE-SAINT FLOUR
La 13a. etapa del Tour'99, la más larga de la presente edición con 236'5 kilómetros de viaje entre Saint Flour y Albi, es el marco ideal para el lucimiento de los aventureros y de trámite para los que luchan por la general en espera de los Pirineos.

El perfil es un calco de jornadas anteriores, pues parte del mismo tiene por escenario carreteras del Macizo Central, aunque la parte más complicada, los repechos y toboganes, están en la segunda parte de la etapa, a partir del kilómetro 135.

Un final que se presta a las sorpresas, ideal para los aventureros, corredores que están perdidos en la general. Las carreteras son estrechas y en algunos casos mal asfaltadas, con un sinfín de toboganes. Un buen escenario para ir mejor sólo que mal acompañado. En una treintena de kilómetros están cuatro de los siete puertos puntuables de la jornada.