La madrileña, que cursa primero de ESO, no lo ha tenido fácil en una final en la que competía con la asturiana Covadonga, la burgalesa Martina y el barcelonés Lukas, tres torbellinos en los fogones.
Por ser una noche tan especial ha habido mucha sorpresas, como la visita de los Reyes Magos, a cuyos presentes tuvieron que corresponder los concursantes con la elaboración de un desayuno compuesto por roscón relleno y batido de frutas que le ha valido a Lukas, de 10 años, el pase directo a la final.
A las otras tres aspirantes aún les esperaba una prueba más complicada: cocinar un menú degustación de seis platos diseñado por el chef David Muñoz, al frente del tres estrellas Michelin DiverXO, que degustaron un grupo de invitados, entre ellos Emilio Butragueño, Carolina Herrera y Rossy de Palma, en la residencia del embajador de Estados Unidos en España, James Costos, y su pareja, Michael Smith.
María resolvía mejor el complejo reto y lograba la chaquetilla que la llevaría hasta una trepidante final, en la que además de demostrar su creatividad tuvo que hacer frente a un fuerte dolor de estómago: «Ha sido una prueba bastante dura, porque he tenido que sacar fuerzas de donde no las tenía para que salieran los platos impecables», ha reconocido al finalizar.
Bajo la atenta mirada de familiares y compañeros, Lukas y María han elegido el menú de la prueba definitiva, pero ha sido la pequeña quien, con su seguridad y una creatividad digna de cocineros veteranos, ha convencido al jurado habitual -Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera- al que se han sumado Quique Dacosta, con tres estrellas en el restaurante homónimo en Denia (Alicante), y Dani García, con dos en el que lleva su nombre en Marbella (Málaga).
Su milhojas deconstruido de verduras y carabinero asombraba a los chefs invitados. «Me parece absolutamente mágico que una persona de tu edad sea capaz de hacer un plato así», ha dicho García del plato de María, que demostraba no sólo que le «requetechifla» cocinar, sino que además tiene aptitudes, mejoradas a lo largo del concurso.
Le siguió un atún en tres cocciones no menos sorprendente para su edad, ya que utilizó técnicas como el trampantojo. Así, su atún en crudo era en realidad sandía, que acompañó con el pescado envasado al vacío y una tercera preparación en tempura.
«Me parece de una valentía tremenda enfrentarte en una final de 'MasterChef Junior' con un producto tan singular y tan difícil de cocinar como es el atún», le ha alabado Dacosta. Por último elaboró un falso huevo frito de coco de Jordi Roca (El Celler de Can Roca), del que Jordi Cruz le ha dicho que su autor estaría «muy orgulloso».
Gracias a su trabajo, María ha ganado el trofeo de «MasterChef Junior» y 12.000 euros para su formación, además de un curso intensivo de cocina en la Facultad de Ciencias Gastronómicas Basque Culinary Center de San Sebastián.
A lo largo de los seis programas de esta tercera edición, en la que han participado 16 pequeños concursantes, los resultados de audiencia han mejorado con cada emisión en La 1 de TVE, pasando del 12,9 por ciento de cuota de pantalla logrado en su estreno el pasado 1 de diciembre al 16,6 % conseguido en la penúltima gala.
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