Los concursantes vienen de participar, a finales de julio, en la fase clasificatoria que se celebró en Sevilla y están entre los 20 mejores de España en estos momentos.
La Associació Robòtica d'Eivissa y en concreto uno de sus integrantes, David Solá, se encarga de poner la semilla, ya que tanto durante el verano como en el invierno ofrece sus talleres y cursos en los centros educativos de la isla y hasta el momento muchos alumnos pertenecientes a colegios de Eivissa, Sant Josep y Sant Antoni están aprendiendo mucho.
Los robots se construyen con legos e incluyen 4 sensores y 4 motores con unas dimensiones exactas de 25x25x25 y una de las dificultades de la prueba es que los tienen que volver a construir desde cero, sin ningún apunte. Además, las condiciones lumínicas y de textura de la pista donde se realiza la prueba cambian respecto a las condiciones de las pistas donde los alumnos han entrenado con lo que hay que adaptar in situ los sensores del robot mediante la programación informática.
El tema de la competición es la recogida de basura para concienciar también en este sentido. El robot tiene que mover cubos de basura grandes y pequeños, distinguirlos y depositarlos en los contenedores vacíos que tendrá diferentes de los que se encuentran llenos.
María, Pau y David están nerviosos de cara a la competición de Logroño «pero vamos a lo que se pueda, aunque intentaremos ir a por el oro y la plata. Es muy difícil pero tenemos expectativas altas», dicen.
Tanto en programar como en montar el robot han tardado alrededor de 2 meses. «Aunque nos han ayudado compañeros de Sant Josep que nos dieron muchas ideas», explica María. Además, los alumnos del colegio público de Sant Jordi están muy concienciados con el tema de la competición. «La basura es un problema muy grave y me parece bien que haya proyectos de cara a recogerla», asegura David Ripoll. «Nos apuntamos a las clases porque nos lo dijo nuestro profesor, aunque nunca habíamos oído hablar de esto. Es el segundo año que estamos estudiando robótica y nos ha gustado mucho, es muy divertido y seguiremos aprendiendo el año que viene», explica Pau Albiñana.
Por su parte Carlos, padre de María, está muy contento ya que el es informático y sigue al dedillo la evolución de su hija esperando que estos chicos sigan aprendiendo.
Si ganan o son los segundos del certamen nacional en Logroño se irán a Delhi donde se celebrará este año la final nacional de la World Robot Olympiad.
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