IBIZA | Marco Torres

La exposición colectiva de esculturas Volums, que presenta el centro de s'Alamera hasta el próximo 13 de junio, reúne 13 interesantes propuestas, entre las que llama singularmente la atención las dos piezas que presenta Manel Ortí Capellino (Sueca, Valencia, 1969). Es la primera vez que presenta sus creaciones en público este profesor de volumen y escultura de la Escola d'Arts d'Eivissa, donde trabaja desde hace 12 años. «Siempre he tenido la necesidad de trabajar, pero no la de exponer; si lo hago ahora es por circunstancias particulares. Desde hace un año tengo una casa con espacio suficiente para trabajar y lo hago cada vez que puedo», explicó ayer el artista.

Unas creaciones que, por su realismo minucioso, producen al mirarlas una cierta sensación de inquietud. «No me interesa tanto el hiperrealismo en sí, sino todo el proceso que lleva a este acabado, que tampoco son obras tan hiperrealistas», precisó Ortí Capellino, añadiendo que lo que busca con su trabajo «es intentar no mentirte; hacer lo que más te seduce en el momento en que te pones a trabajar».

Su 'cocina'

Sobre su proceso de trabajo, la 'cocina' creativa, Ortí Capellino explicó que «lo he modelado todo con barro y luego he sacado moldes que he pintado». Y sobre los cuatro cuadros en clave trompe l'oeil, «me interesaba trabajar la profundidad, por aquello del Renacimiento que daba tanta importancia a la perspectiva para dar la sensación de profundidad. Siempre estás moviéndote entre diferentes conceptos. Además, era una asignatura que no hice en la Facultad y me atrajo siempre. Así que ahora que tengo tiempo, me voy a dedicar al retrato; pero no de personas concretas, pues no me interesa», subrayó el artista.

Como valenciano, la referencia a las Falla y a los ninots no parece ociosa. «Sí, he hecho bastantes ninots; y además, he estado rodeado de moldes desde pequeño. De ahí esa sensación de ver un positivo en un negativo; siempre hay un punto en el que, sin querer, lo ves positivo. Por ejemplo, cuando la luz viene en sentido contrario», observó.

Su experiencia de profesor de volumen y escultura en la Escola d'Arts la lleva «bastante bien», aunque «cuando empecé no estaba preparado para ello, lo que pasa es que en casa siempre había trabajado algo en el tema». Lo que le falta es experiencia en el mundillo de las exposiciones. Así, en la inauguración de la colectiva el pasado viernes, «estuve bastante out y nervioso, pues era la primera vez que exponía. Los comentarios fueron muy positivos, que es lo que toca en esos momentos, por lo que tampoco puedes hacer mucho caso». Y en cuanto a proyectos, tiene la idea de «hacer una exposición conjunta con una compañera, Maria Tur, que también está en s'Alamera, pues hemos visto que tenemos puntos en común», valoró Ortí; aunque, de momento, no sabe cuándo ni dónde.

Pinceladas en torno a sus años de formación

Joan Manel Ortí Capellino (Sueca, 1969) se licenció en Bellas Artes en Valencia en 1995. Ha trabajado en el campo, en talleres falleros, en el teatro, de impresor, de 'machaca' para escultores, en reformas de locales, de dibujante... Con una beca Erasmus, realizó estudios en la Académie Royale de Beaux Arts de Liège (Bélgica); y ha sido becario del Departament d'Escultura de la Facultat de Belles Arts de Valencia.

Hasta esta exposición colectiva de 13 escultores del centro s'Alamera (Vara de Rey), no había presentado nunca en público sus creaciones. Desde el curso 1998-99 trabaja como profesor de volumen y escultura en la Escola d'Arts d'Eivissa.