Seis miembros de la Academia Náutica Stella Maris embarcaron ayer en una aventura que les llevará desde Eivissa a Santo Domingo en algo más de un mes y medio. | David Setbetes

Cinco alumnos de la Academia Náutica Stella Maris de Eivissa, acompañados como capitán del conocido navegante de altura y responsable de la academia, Jose Deprit Foncea, comenzaron ayer por la mañana la increíble aventura que les llevará desde nuestra isla hasta Santo Domingo, en el Caribe, a bordo del Moloko Uno, una embarcación monocasco de 15 metros de eslora que cuenta con todos los equipamientos y que ha sido revisado a conciencia para la ocasión.

No en vano, tras realizar con éxito una travesía a Córcega en 2012 y al río Guadalquivir y sur de Portugal en 2014, ahora esta academia que puede presumir de ser pionera España en realizar una travesía atlántica con sus alumnos, tiene por delante una aventura de algo más de un mes y medio de duración en la que recorrerán un total de 4.500 millas náuticas. Un trayecto que estará dividido en cuatro etapas, la primera desde Eivissa hasta el Estrecho de Gibraltar, la segunda hasta las islas Canarias, la tercera cruzando el Océano Atlántico hasta Cabo Verde, y la última y definitiva hasta Santo Domingo.

Tal y como explicó ayer Diego Pérez Lopo, jefe de estudios de la academia y coordinador desde tierra de la travesía, la idea nació hace algo más de un año, «casi como una broma, cuando durante las clases de capitán de yate estábamos explicando el uso del sextante en la navegación de altura». Poco a poco, el viaje «fue cogiendo forma entre piques divertidos» y tras los preparativos correspondientes, ayer por la mañana dio comienzo «el sueño de cualquier marino».

Un sueño que ha tardado algo más de lo normal porque han estado muy pendientes de los vientos que soplaban estos días en Eivissa. Concretamente, la tripulación ha esperado la llegada de un anticiclón que lentamente avanza hacia Europa y que intentarán aprovechar, gracias a la experiencia de Deprit Foncea, un marinero que ya ha recorrido más 120.000 millas náuticas, «para llegar directamente hasta las bocas del Mar Mediterráneo y desde allí hasta el mítico Estrecho de Gibraltar, un lugar que nunca deja indiferente a quien lo cruza». Un estrecho que, según explican desde la expedición, los alumnos de  Stella Maris «se conocen al dedillo puesto que han hecho cientos de ejercicios sobre esta famosa carta».

Gran dificultad

Sin embargo, Diego Pérez Lopo asegura que la aventura no será nada sencilla. «La tripulación está muy motivada y seguramente este será el principal motor y el pegamento que les una durante todo este tiempo, pero hay que recordar que estamos hablando de un grupo de personas que tienen que compartir un espacio de apenas 15 metros durante muchos días en los que estarán en medio del mar», explicó el jefe de estudios. En este sentido, confirmó que lo más importante en este tipo de travesías es la convivencia, «puesto que en un espacio tan pequeño cualquier cosa, que sería una pequeña tontería en tierra, se hace mucho más grande y puede acabar en un grave problema».

Además, alertó sobre los problemas que puede suponer la climatología que van a tener a lo largo del viaje. «Esto también puede ser un gran reto, puesto hay pocos cuerpos que soporten lo que vivirán estos navegantes, primero el frío nocturno propio de una travesía que comienza en lugares geográficos donde están en invierno, y luego el calor y la humedad que se hará mucho más latente cuando comiencen a bajar de latitud hacia Cabo Verde y se aproximen hasta el Caribe».

Para evitar estos problemas, tanto los tripulantes como su capitán irán equipados con un completo traje de aguas, ropa interior térmica, calcetines especiales, un buen gorro de lana, linterna frontal, navaja multiusos, y accesorios al gusto de cada cual, como útiles de pesca, música, libros o juegos de cartas. Esto último es muy útil según Pérez Lopo, puesto que en estas travesías «se pasan  momentos con mucho tiempo libre y si se toma todo con la calma suficiente, suele ser un magnífico momento para disfrutar de cada nota, cada frase o cada estrella que se cruza con tu camino».

Amplia cobertura

La aventura podrá seguirse, casi en tiempo real, a través de distintos canales de Internet. Por un lado, en el perfil de la red social Facebook de la academia, Academia Náutica Stella Maris, irán informando de los avances de la expedición con fotografías y vídeos del trayecto. Además, se ha creado un blog especial para la travesía (www.stellamarisibiza.com). De momento, la primera etapa, de 430 millas hasta el Estrecho de Gibraltar ya está en marcha. Buena suerte marineros.