Pasadas las once de la mañana salían del Instituto Xarc los alumnos con la antorcha del correllengua. Una actividad organizada por el departamento de Catalán, con el objetivo de enseñar a los alumnos el valor de la lengua de cada lugar, en el caso de Eivissa el ibicenco. «El sentido que tiene es que como la lengua se va transmitiendo de generación en generación pues aquí lo que se hace es una carrera de relevos donde cada grupo está colocado en un sitio y se van pasando la antorcha del correllengua hasta el paseo de S'Alamera y allí, en ese punto de la playa formarán con cartulinas la letra correllengua», explicó ayer Javier Verdejo, profesor de matemáticas de Quartó des Rei.
«Participan todos los alumnos de Quartó del Rei, unos 200 alumnos, y cuatro primeros del Xarc, que son más de 100», añadió el propio Verdejo mientras confirmaba que «es una actividad que hacemos cada año y que está relacionado con el paso de la lengua de una generación a otra, para que aprendan que es un legado histórico arraigado a la familia y que tienen que valorarla y quererla». Además, el profesor quiso subrayar que la lengua es «un hecho cultural y no tiene nada que ver con la política».
Tras el relevo de las antorchas los alumnos se reunieron todos en un punto del paseo marítimo y allí celebraron la fiesta de la lengua con parlamentos previos de los propios estudiantes. «El catalán es una lengua propia que hemos aprendido de nuestros padres y ellos de sus padres, una lengua centenaria y frágil que tenemos que cuidar para que no se pierda», leyó una de ellas. Otra por su parte recitó que «el catalán es una lengua adaptada a cualquiera, adoptar una lengua nueva es hacerla tuya y acercarla a tus pensamientos y a tus sentimientos».
Parlamentos sobre la lengua con frases como «compartir el catalán sirve para una Eivissa de personas iguales en oportunidades que compartimos nuestros bienes, y no podemos olvidar que uno de los bienes más preciados de la sociedad es la lengua», «el correllengua te incita a compartir el idioma, a hacerlo nuestro y vuestro tanto si la tenéis como primera o como segunda o como tercera» o «¡Viva la lengua y viva la alegría!», frase con la que terminaron todos las lecturas.
Tras la puesta en común los jóvenes, dirigidos por los profesores, se distribuyeron en grupos de 15 para formar las letras de Correllengua 2015 sobre la arena de la playa de Santa Eulària. Cada uno portaba una cartulina sobre la cabeza formando parte de una letra. Un trabajo que, tras unos minutos de organización dio sus frutos sobre la arena.
Muchas ganas y emoción
Una jornada que sale de la rutina escolar de los alumnos y por eso la cogieron con muchas ganas y emoción. «Entre dos institutos hemos ido pasándonos la antorcha en símbolo de nuestro idioma y luego hemos hecho un mosaico de letras», aseguró Carolina Ferrer, del Instituto Quartó del Rei y repetidora de la actividad por segundo año. Su amiga Alba Sánchez también del mismo instituto, también explicó lo mismo: «Hemos tenido que coger la antorcha hasta el paseo marítimo y luego haremos el mosaico de letras y competiremos por ver quien hace la mejor letra. Hace dos años también participé, pero con actividades diferentes, era una gincana en la que íbamos preguntando cosas a la gente que pasaba por el paseo», explicó Alba, mientras asegura que «es necesario aprender la lengua porque nos servirá para mucho tiempo y no la olvidaremos nunca».
La actividad les llevó toda la mañana mientras los turistas y transeúntes miraban y fotografiaban sorprendidos por ver tanta juventud corriendo por la ciudad.
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