Escuela de verano del colegio Cervantes, en Sant Antoni. | Arguiñe Escandón

Ayer 1 de julio comenzaron la mayoría de las Escoles d'Estiu Municipals de este año 2015. Una de las más numerosas es la que organiza el Ayuntamiento de Sant Antoni en el Colegio Cervantes de la localidad hasta el próximo 31 de agosto y en la que participan 160 niños divididos en dos grupos, 90 de entre 3 y 6 años y otros 85 de entre 7 y 10 años.

Las actividades comenzaron en torno a las nueve de la mañana y se prolongaron hasta las dos de la tarde, aunque tal y como informó el director de la escuela a José Felix Ollero a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA existe la posibilidad de contratar un servicio de guardería, comenzando a las ocho de la mañana, y de quedarse a comer, bien con el servicio de catering o bien trayendo ellos mismos sus bocatas, y prolongar la estancia hasta las cuatro de la tarde.

Tiempo más que suficiente para que todos los niños participantes puedan disfrutar de las múltiples actividades que se organizan exclusivamente para ellos. Según explicó el propio José Félix Ollero, los niños están divididos en dos grupos, Menut Estiu, para los más pequeños, y Estiu Total, que incluye los más mayores.

En el caso del primero se realizan juegos y actividades alternativas a las nuevas tecnologías como lectura, manualidades, música, baile, talleres, yincanas y actividades de dramatización y expresión corporal aprovechando que tienen a su disposición cuatro aulas y un pequeño patio en el colegio.

Por su parte, los que están incluidos en el segundo grupo y que tienen entre 7 y 10 años, llevan a cabo sobre todo juegos de equipo como fútbol, balonmano o voley, actividades de agua, deportes de playa y manualidades que fomentan su creatividad. Incluso tienen la posibilidad, según Ollero, de participar en actividades de refuerzo, de inglés y de lectoescritura.

Huerto y material reciclado

Además, durante estos dos meses los monitores, que cada semana divididen las actividades siguiendo temáticas como cartagineses o romanos, superhéroes o piratas, también han organizado iniciativas muy curiosas y muy educativas. Por ejemplo, por un lado cada semana uno de los grupos tiene que cuidar del huerto del colegio para aprender lo más posible sobre las lechugas, los tomates o los pimientos, y por otro, se ha puesto en marcha un taller de reciclaje en el que los niños aprenderán a hacer escultura de una forma muy original: «Cogemos dos paquetes de huevos, los partimos en trozos muy pequeños, los pasamos por la batidora, los mojamos lo más posible, le ponemos cola y con ello conseguimos hacer una masa que nos permitirá que los pequeños hagan sus pinitos en el interesante mundo de la escultura», explicó el director de la escuela de verano.

Igualmente, l'Escola d'Estiu Municipal de Sant Antoni, que se celebra en el Colegio Cervantes tiene espacio para niños con necesidades especiales. En este caso, según José Félix Ollero, participan en esta edición algunos pequeños autistas o con déficit de atención. Precisamente por ello y porque lo marca la ley, prácticamente cada uno de ellos tiene asignado un monitor propio «aprovechando que muchos cuidadores de esta edición han estudiado o estudian magisterio y han dedicado tiempo de sus clases a la rama de Educación Social».

A pesar de ello, según el director de la escuela de Sant Antoni, la mayoría de estos chicos con necesidades especiales participan en las actividades organizadas para el resto con el fin de que la integración sea la mayor posible. «El que estén juntos unos y otros creo que es muy positivo para todos los niños porque les enseña que la convivencia puede ser completamente normal y que las barreras se pueden eliminar si se pone interés y se les educa desde pequeños», confirmó Ollero.

Otras escuelas de verano

L'Escola d'Estiu del Colegio Cervantes no es la única que organiza el Ayuntamiento de Sant Antoni a lo largo de este verano. También hay otra en el Colegio Buscastell, donde se desarrolla el programa Estiu Alternatiu con juegos, actividades en grupo y alternativas a las nuevas tecnologías para niños de entre 3 y 10 años, y en el Espai Jove, donde se busca eliminar el sedentarismo entre niños de 11 a 16 años a través de actividades físicas, deportivas y de aventura que incluyen juegos de playa, snorkel, deportes tradicionales, excursiones y salidas en bicicleta. Además, este mismo espacio acoge Setmanes Extraordinàries para niños de entre 3 y 16 años que se celebrarán por la mañana del 1 al 11 de septiembre.