El espectacular accidente tuvo lugar sobre las 15,.30 cuando el coche, que estaba estacionado arriba de los acantilados, se precipitó por la pendiente y cayó al vacío.
En su caída, el todoterreno dio una vuelta de campana y antes de quedar ‘aparcado' en el agua impactó contra una roca donde había un grupo de bañistas que, afortunadamente, salieron ilesos.
Se vivieron momentos de tensión, ya que en un principio no se sabía si el siniestro había afectado a alguna persona, según explicaron testigos presenciales. Entre los presentes se encontraba el joven propietario del Peugeot, que quedó siniestro total.
El chico, vecino de Valencia que pasa sus vacaciones en las islas, explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que el concesionario le había avisado de que ese modelo estaba registrando problemas de fábrica en el sistema de frenos. Unos fallos que ayer pudieron causar una tragedia en Cala Comte.
Los bomberos acudieron a la zona del accidente, pero finalmente no tuvieron que actuar. El vehículo fue retirado por los efectivos de la grúa en una compleja maniobra que se prolongó durante dos horas. Los operarios aseguraron el coche con unas cintas cruzadas por el interior y el brazo extensible de la grúa hizo el resto.
1 comentario
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Creo que la gente deberia acostumbrarse a caminar un poco mas y no aparcar con el morro en el acantilado. Como estos hay muchisimos!!!!