Según indicaron fuentes policiales, Martin Kania, ciudadano polaco de 26 años que visitaba la menor de las Pitiüses, no sufrió ningún golpe cuando cayó de una embarcación de recreo que alquiló con unos amigos.
Tras descartar cualquier signo de violencia y no encontrar ningún indicio criminal, la Policía Judicial derivó las diligencias a los juzgados de Eivissa, que previsiblemente autorizarán la repatriación del cadáver próximamente.
Al parecer, el suceso se produjo el sábado sobre las 16.00 horas en la zona de es Cavall d'en Borràs (Formentera), a la altura del bar El Tiburón, cuando apareció flotando a unos 700 metros de la costa el cuerpo de Kania. Un equipo de socorristas se acercó con lancha acudieron para auxiliar al turista, a quien trataron de reanimar mediante un desfibrilador, según explicó el coordinador del equipo, Sergi Oliver. Entre tanto, la barca patrullera de la Guardia Civil –que realizaba labores de inspección de pesca en la zona– se acercó al puerto de la Savina para trasladar a los sanitarios del Hospital de Formentera. Al parecer, todos los acompañantes de Kania estaban también muy bebidos en el momento del accidente y no se percataron de que uno de ellos había desaparecido en el mar.
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Alcohol y mar no son buenas compañeras, sobre todo si tomas altas cantidades de alcohol. Seguimos teniendo el turismo que tenemos. D.E.P.