Desde el primer momento se le consideró sospechoso de la muerte de Bejarano García, con quien según fuentes conocedoras del caso, que aseguran que las pruebas contra M.O.D. son «contundentes», mantenía una amistad que calificaron como de «amor-odio».
El cuerpo sin vida de Juan Carlos Bejarano García, sevillano de 34 años de edad, fue encontrado el martes al mediodía por un trabajador de los apartamentos Club Punta Arabí. Presentaba numerosos golpes y un corte profundo en el cuello que podría haber sido causado con un hacha.
Secreto sumarial
El miércoles por la mañana se realizó la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Eivissa y se certificó lo evidente, que se trata de una muerte violenta. Nada más ha trascendido acerca del examen forense, ya que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, Santiago Pinsach, en funciones de guardia esta semana, ha decretado el secreto del sumario. Sí se ha señalado que desde el momento de la muerte hasta que el cadáver fue descubierto no habrían pasado muchas horas.
El cuerpo fue hallado en el bungalow número 216 de los apartamentos Punta Arabí, en es Canar, en el municipio de Santa Eulària. Al parecer, Bejarano García residía allí como ‘okupa' desde hacía poco tiempo, ya que este complejo vacacional acababa de cerrar sus puertas al público tras la temporada estival.
Cuando se dio la voz de alarma, una vez descubierto el cadáver, patrullas de la Policía Local de Santa Eulària y de la Guardia Civil, que incluso envió un helicóptero, se desplazaron a la zona, lo que generó una gran alarma entre los vecinos, que pronto descubrieron que se estaba investigando un crimen.
La investigación está en manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa, que cuenta con el refuerzo de dos especialistas llegados a la isla desde Mallorca.
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