Los hechos se remontan al 9 de mayo de 2010, cuando el acusado acababa de cumplir la mayoría de edad. Todo comenzó sobre la 01,30 horas de la madrugada en uno de los bares de es Pratet cuando el acusado «dejó treinta euros en la barra para pagar unas consumiciones», según se recuerda en el escrito de acusación, en compañía de un amigo.
El caso es que el dinero desapareció. Entonces comenzó una fuerte discusión entre el ahora condenado y un amigo del denunciante que terminó con todos ellos fuera de local y con la víctima tratándose con hielo para reponerse de un golpe recibido. Después de esto parecía que el acusado se había calmado, pero según el denunciante, que el día del juicio declaró desde San Sebastián a través por videoconferencia, recibió dos puñetazos en el rostro cuando se encontraba en compañía de dos amigas» en la avenida Bartomeu Rosselló. Como consecuencia de esta acción, que el ministerio público calificó de «cobarde», el denunciante sufrió dos heridas en el labio superior que le dejaron una cicatriz visible en el rostro.
2 comentarios
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No es que sea gran cosa, pero bueno, todo es empezar, esperemos que este tipo de sentencias empiecen a darse mas a menudo, porque si no...............
Me parece una ridiculez un año y medio. Los jóvenes de hoy en día sueltan los puñetazos con mucha facilidad. Es una moda que hay que erradicar endureciendo las penas.