Eivissa y la cocaína. Los traficantes agudizan el ingenio y quién sabe qué inteligentes sistemas se están empleando para meter en la Isla el codiciado polvo blanco. Recientemente, la Guardia Civil ha desenmascarado a un grupo que logró engañar al menos a dos ecuatorianos residentes en Eivissa para que trajeran desde su país un frasco Two One Two de Carolina Herrera que no sólo contenía perfume. Según aumente la necesidad, aumentará la creatividad.


El párroco de Sant Josep. Tras un calvario de casi año, terminó la pesadilla del cura acusado de abusos sexuales por ocho de sus alumnos. Casi doce meses después se ha confirmado oficialmente lo que se temía prácticamente desde el principio: los menores quisieron, por algún motivo, fastidiar al religioso y no calibraron bien su broma. Llama la atención el agradecimiento de su abogada hacia el fiscal y la juez. «Gracias por su diligencia», dijo. Cómo están las cosas en la Justicia para tener que dar las gracias por tardar un año solamente. Sin embargo, algunos de los que participaron en la investigación del caso criticaron lo que consideran una tardanza que resultó demasiado cruel para un hombre que ha pasado doce meses en la picota. A su entender, en dos o tres meses, como mucho, debería haberse resuelto.

Otros ámbitos. Imposible vivir en Eivissa y permanecer ajeno al asunto de los socialistas locales. No es que para usted o para mí tenga alguna importancia, pero el espacio en la prensa, las horas de trabajo de los periodistas y, por encima de todo, el lamentable espectáculo que nos han brindado estas personas tan interesadas en ayudar a la comunidad, merecen comentario.

Eufemismos. Unos se llaman críticos y los otros renovadores, pues con algún epíteto se han de bautizar, pero nadie sabe ni qué critican unos ni qué pretenden renovar los otros. Ellos dirán que el congreso no es el lugar, pero a mí me parece que cuando alguien se llama a sí mismo renovador o crítico debería poner alguna idea sobre la mesa. Sin embargo, este foro ha sido única y exclusivamente el campo de batalla de la guerra de siempre, dedicada a arrancar lealtades que en el futuro puedan derivar en un carguito. En fin. Para mí que ya los tienen repartidos hasta por el menos el 2050. Y eso que todo apunta a que les queda bastante en la oposición.