Los vecinos del número 44 de la calle Abad y Lasierra de Vila desalojaron poco antes de la medianoche el edificio en el que residían después que escucharan una fuerte explosión en el cuarto piso. La detonación fue debida supuestamente a un cortocircuito en un electrodoméstico que había enchufando en la vivienda. Su morador, en esos momentos, se encontraba fuera de la casa.
Fuentes de la Policía Local de Eivissa informaron ayer que el incendio se declaró poco después de las once y media de la noche. Un vecino que escuchó la explosión alerto de que también salía humo por la ventana de un domicilio del cuarto piso.
Hasta tres unidades de la Policía Local se movilizaron tras declararse la alarma mientras se esperaba la llegada de las dotaciones del Parque Insular. Los agentes se encontraron con que los vecinos habían abandonado por su propio pie sus casas, pero que dentro del inmueble existía abundante humo en las escaleras. Varios policías subieron inmediatamente a la casa donde se oyó la deflagración. Los agentes violentaron la puerta de entrada, que se hallaba cerrada, pero no pudieron entrar por la virulencia de las llamas y el fuerte humo.
Los primeros indicios, una vez que pudieron intervenir los bomberos y comprobarse que no había ninguna víctima, apuntaron a que el fuego había comenzado en el comedor, localizándose su origen junto a un sofá en cuyas proximidades había un calefactor.
Habitante
Los bomberos revisaron la instalación y cerraron la casa son la ayuda de cáncamos y un candado. Minutos después llegó la persona que habitaba la casa, E.T.I., de 30 años, quien confirmó finalmente que había abandonado la vivienda dejando conectado un calefactor cerca del sofá.
El fuego ocasionó importantes daños materiales sin que llegara a afectar a la estructura del edificio, según se confirmó en las inspecciones posteriores que se realizaron al inmueble.
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