Mohamed Chakkour, vecino de Sant Antoni y de 47 años, ayer ante la Audiencia Provincial. | Daniel Espinosa

Llevó a sus tres hijos a la mezquita e ideó la muerte de su mujer convenciéndola para que fuera a hacer la compra con vistas al Ramadán hasta llevarla por un camino de tierra de Sant Mateu en donde intentó matarla. Primero arrojándola de su furgoneta, más tarde provocando un accidente y luego golpeándola en la cabeza con una barra y con una piedra pese a que dos hermanos le habían descubierto.

«Llevaba dos semanas muy raro y muy agresivo. Entraba en casa como un monstruo. Comenzó a golpearme, no entendía nada, creí que era mi última tarde y que iba ya a morir». Así se expresó ayer, en el juicio en la Audiencia Provincial contra su marido, Mohamed Chakkour Abtiou, de 47 años, la mujer que la tarde del 4 de agosto de 2010 estuvo a punto de ser asesinada en Sant Mateu.

El fiscal tuvo claro que así ocurrieron los hechos. En su informe final señaló que Chakkour Abtiou actuó con «alevosía, dejando plenamente indefensa a su víctima, en una acción de traición, cobardía y vileza». Tanto el ministerio público como la acusación particular mantuvieron, por ello, los 14 años por tentativa de asesinato que pidieron en su día.

El fiscal reclamó, además, una indemnización de 18.000 euros para la víctima, cantidad que supera los 112.000 para la abogada que ejerció la acusación privada.

Bandazos

La mujer salvó la vida cuando dos hermanos que iban a la playa pararon su coche tras observar previamente un vehículo «dando bandazos y con la puerta abierta». El testimonio de ambos fue contundente.

«Cada vez que nos alejábamos para tener cobertura y poder llamar pidiendo ayuda, el hombre volvía a acercarse a su mujer. Oíamos golpes y enseguida gemidos», declaró ayer uno de los hermanos. En iguales términos se expresó el otro testigo. «Fue una historia de terror. Enseguida vimos que algo raro pasaba. Al acercarnos disimulaba, él mismo dijo que llamáramos a la policía. Yo le grité cuando le vi coger una piedra (una roca de cinco kilos) y le dije que ni se le ocurriera acercarse a la mujer», indicó.

El forense que evaluó las heridas que presentaba la víctima también prestó un informe demoledor contra la tesis de que la mujer fue víctima de un mero accidente.

El especialista médico señaló que ésta sufrió tres graves fracturas craneales, dos de ellas no propias de una colisión frontal como el ocurrido contra el poste de luz contra el que se estrelló la furgoneta en la que la pareja iba. «Sufrió muchos golpes y necesitó 120 días en curar, 31 de ellos hospitalizada tras salir de un coma», dijo el forense.

Los agentes de Tráfico que ese día se encontraron con el suceso también indicaron que la localización de la sangre en el vehículo siniestrado no era la normal en un accidente, así como un extraño olor a gasolina.

Pero la propia víctima, pese a las gravedad de sus lesiones, tuvo suficiente fuerzas para contar lo que le había pasado cuando era atendida en la ambulancia. El médico que la atendió explicó que ésta, en el traslado a Can Misses, comentó: «Mi marido me ha pegado».

El acusado dice que fue su esposa la que comenzó a golpearle y estrelló el coche

Mohamed Chakkour, que, ayer, el mismo día de su juicio por tentativa de asesinato, tenía previsto el acto de divorcio, fue frío cuando le tocó declarar ante la Audiencia Provincial. Afirmó que toda la culpa fue de su mujer. Según sus manifestaciones, ésta se le echó encima y comenzó a golpearlo cuando iba en coche y él no accedió a viajar a Marruecos para ver a su familia. «No tenía dinero y ella siempre quería ir a ver a su familia. Cuando me dio en la cara le agredí yo también a ella. Mi mujer quiso arrojarse del coche, cogió el volante, y nos estrellamos», aseguró. Su abogado pidió su absolución al entender que los testigos sacaron sus conclusiones de algo que realmente no había ocurrido. Como mucho, estamos ante un caso de maltrato por la discusión en el coche. Lo demás es ciencia jurídica ficción», argumentó.