Los manifestantes con gritos de «Justicia para Abel» avanzan hacia la sede del Grupo de Empresas Matutes y el edificio judicial.
Unas 150 personas se manifestaron ayer en la calles de Eivissa en recuerdo del camarero Abel Ureña Zafra, muerto a manos de un miembro del equipo de seguridad de Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, y para reclamar justicia. La concentración fue en todo momento pacífica. En ella estuvieron los padres del fallecido, que agradecieron a los numerosos amigos de su hijo las muestras de cariño y solidaridad demostradas a lo largo de estos días. La manifestación comenzó sobre las doce y media frente a la sede del Consell d'Eivissa, donde el presidente Vicent Serra dio el pésame a los padres.
Después comenzó una marcha que recorrió la Avenida de España hasta Vara de Rey hasta llegar a la sede de Empresas Matutes, donde los concentrados hicieron una sentada en la que se oyeron fuertes críticas a la empresa por contratar a Paulo César Baptista, el portugués ahora fugado que mató a Ureña. La concentración acabó sobre las tres y cuarto frente a la sede judicial. La principal crítica de los participantes fue hacia el hecho de que se contratara a Baptista, que después se descubrió que era prófugo de la justicia portuguesa y que llegó a la Isla con nombre falso. También se oyeron muchos gritos que pedían el cierre del Ushuaïa Ibiza Beach Hotel: «¡Este garito lo tienen que cerrar!». Otros decían: «¡Que los responsables den la cara!». Muchos apuntaron al jefe directo del portero fugado, director del local, a quien hacían responsable directo de su contratación. «¿Dónde estás, Yann?», se oía con frecuencia.
José Ureña, padre de Abel, reclamado por periodistas de canales de televisión de ámbito nacional, dijo: «A ver si lo que ha pasado sirve de ejemplo y el caso de mi hijo es el último».
En la concentración, plagada de fotos de Abel, se oían constantemente peticiones a la prensa para que no se deje caer el tema en el olvido.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Verguenza de comportamiento del grupo fiesta, dar la cara sois reponsables de contratar delincuentes.