Un juez de Eivissa, en una sentencia que ha sido apelada, ha impuesto ocho meses de prisión a un residente británico acusado de agredir a su expareja y de destrozarle su coche (un taxi inglés) después de que ésta le llamara porque su hermano hubiera sufrido un grave accidente y él aprovechara la ocasión para reclamarse un dinero que él le debía.

La magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, también establece en su resolución que el acusado no podrá acercarse ni comunicar con su excomparñera en los próximos dos años.

El suceso ocurrió el 29 de mayo, dos días después de producirse la ruptura sentimental de la relación. La afectada, pese a ello, y tras saber que su hermano estaba en el hospital muy grave, decidió llamar a su expareja no sólo porque también conocía al herido sino también buscando apoyo emocional, según se recoge como probado.

El primer capítulo de violencia se produjo cuando ambos fueron a un supermercado de Can Bellotera a hacer la compra como paso previo a una vista al hospital donde convalecía el hermano de la denunciante.

«En el trayecto, el acusado, muy agresivo, le exigió a su exnovia que le entregara 2.000 euros que, al parecer, le debía su hermano. Tras decirla ella, que no tenía tal cantidad, fue golpeada», señala la sentencia.

Amenazas

La violencia continuó cuando el sospechoso cogió el cable de un cargador I-Phone diciéndole que la iba ahogar, «al tiempo que le gritaba que la jodería a ella y a su familia».

El acusado, fuera de sí, la emprendió entonces con el vehículo de la mujer, rompiéndole, además, sus gafas de sol y arrojando al exterior su teléfono móvil. La denunciante sólo pudo calmar al agresor yendo con él a un cajero a Sant Jordi, sacando 100 euros y entregándoselos a éste.