Nuevo caso de violencia en Eivissa con la participación de una personas con sus facultades presumiblemente perturbadas. Un vecino de ses Figueretes, un joven de 21 años de nacionalidad marroquí identificado como F.E., fue ingresado en la planta de Psiquiatría de Can Misses después de que presuntamente intentara matar a su madre, una mujer también marroquí de 51 años, asfixiándola con un pañuelo. El crimen se pudo evitar gracias a la intervención de su hermano.

La víctima no sufrió lesiones graves pero, una vez en el hospital, fue necesario cortar el pañuelo, que le oprimía fuertemente el cuello, con material sanitario ante la imposibilidad de desatarlo manualmente.

Ruidos

La tentativa de homicidio ocurrió en la mañana del pasado lunes. Según la investigación policial, F.E. se abalanzó sobre su madre y comenzó a estrangularla. Su hermano dormía cuando escuchó los ruidos y gritos que se formaron durante el forcejeo entre madre e hijo.

Sobresaltado, se levantó y vio al presunto parricida agarrado a la mujer, sin aflojar en su ataque pese a los avisos de su hermano. La resistencia fue cada vez mayor hasta que el hermano no tuvo otro recurso que coger un elemento decorativo que había en el inmueble y estrellarlo contra la cabeza del acusado.

La pelea causó la alarma entre los vecinos del inmueble. Uno de ellos dio aviso al 091.

Momentos después una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana entró en la casa y se encontró con la mujer tirada en un sofá y con el supuesto agresor sangrando por la cabeza, así como con otros signos de violencia.

Los dos hermanos fueron llevados a Comisaría mientras se iniciaban las pesquisas. Uno de los moradores de la casa, pese al silencio de los afectados, aclaró lo ocurrido. F.E. fue trasladado al hospital, donde los médicos ordenaron su ingreso en la planta de Psiquiatría mientras se ponía en libertad a su hermano.

El parricida declarará en el hospital ante el silencio de su familia

Una comisión judicial tenía previsto desplazarse al hospital para intentar tomarle declaración al sospechoso ante la imposibilidad de que, por el momento, se le diera el alta para su traslado al juzgado. Ello coincide con que la familia de F.E. no ha querido presentar ninguna denuncia contra éste al entender que su conducta fue fruto de una alteración mental. Tanto la madre como el hermano indicaron su deseo de no perjudicarle.