La jueza Clara Ramírez de Arellano, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, absolvió in voce a un operario que en abril de 2007 trabajaba en el vertedero de Santa Eulària y que tuvo una disputa con un compañero que resultó herido en un labio con una barra de hierro.

La decisión judicial se adoptó después de que en el juicio no se presentara el denunciante y un testigo afirmara con rotundidad que el afectado se hirió accidentalmente sin que ni siquiera hubiera intercambio de golpes.

«Sólo hubo insultos», dijo dicha persona. El acusado, por su parte, afirmó que él se limitó a taparse en defensa propia y que súbito se encontró con su compañero herido. El acusado se enfrentaba a una condena de nueve meses de prisión.