Operarios de una empresa especializada acudieron ayer a los juzgados de Eivissa para cambiar el brazalete a un presunto maltratador que tiene una orden de alejamiento respecto de su ex pareja, informaron fuentes judiciales.
El cambio de dispositivos obedece a motivos puramente técnicos, señalaron las fuentes.
Al parecer sólo hay dos personas en Eivissa que tengan que portar este tipo de brazaletes.
En este caso concreto la orden de alejamiento es por un periodo de cinco años de duración y a una distancia mínima de 500 metros.
Este tipo de dispositivos consta de dos piezas. Un brazalete tipo reloj que debe llevar el presunto maltratador y que no puede quitarse y otro aparato similar a un teléfono móvil que posee la víctima.
Si ambos aparatos se acercan a menos de 500 metros, suena una alarma que dispara un protocolo con el objetivo de salvaguardar la integridad de la víctima.
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