Los juzgados de Eivissa ordenaron ayer la puesta en libertad de David G., un británico de 20 años de edad que llevaba en prisión desde principios de junio, cuando fue detenido con 5.248 pastillas que en un principio se pensó que eran de éxtasis, es decir, metilendioximetanfetamina (MDMA).
Esta semana, más de tres meses después, el Àrea de Salud de la Delegación de Gobierno envió los resultados de los análisis de la droga: no era MDMA sino benzilpiperacina (BZP), una sustancia que sólo es ilegal en España desde el pasado 18 de julio, una vez que se aplicó la directriz europea correspondiente. Otros países, como Eslovenia o Italia, ya la aplicaron el año pasado. Por tanto, David G. fue encarcelado por vender una sustancia que entonces no era ilegal en este país.
En esas mismas fechas se detuvo a otro joven británico, N.S., presunto responsable de un alijo de más de 20.000 pastillas de supuesto éxtasis decomisado en enero. Meses después, con los análisis en la mano, se ha descubierto que no era éxtasis, ni tampoco BZP y al parecer no se sabe qué es.
El juez decano de Eivissa, Juan Carlos Torres, teme que estos casos no sean los únicos, por lo que como juez de Instrucción del Juzgado 1 ha solicitado el análisis urgente de las 23.300 pastillas de supuesto éxtasis decomisadas recientemente por la Guardia Civil en la operación Trafalgar, con 25 británicos detenidos, que precisamente alegaron en el juzgado que la droga no era éxtasis. En cualquier caso, si no se trata de MDMA sino de BZP, igualmente estos británicos llegan tarde.
Sustancias de sustitución
«[David G.] ha quedado en libertad porque son sustancias no sujetas a fiscalización. Ya en 2008 la Unión Europea, a través del Consejo, advirtió de que se habían creado nuevas drogas, las party pills, como alternativa al MDMA», explicó Torres, que recordó que «si el resultado de los análisis toxicológicos se hubiera recibido antes, antes habría quedado en libertad».
«Pueden [las party pills] llevar sustancias sintéticas, naturales, alucinógenos o excitantes, todo ello como consecuencia de las nuevas tendencias en el consumo [de drogas] en las fiestas», indicó el juez decano. Entre estas nuevas drogas, dijo, «se descubrió en marzo de 2008 la BZP, como alternativa al MDMA y que en España ha sido introducida en la lista de sustancias controladas con efectos penales a partir del 18 de julio». «Hay que decir», añadió el juez, «que las tiendas virtuales [portales de internet] dedicadas a dar respuesta a esta demanda tienen preparadas sustancias de sustitución del componente, que como la BZP, pasa a ser penado».
Es decir, que los creadores de las nuevas drogas sintéticas o derivadas de productos naturales intentan burlar las leyes de los países europeos yendo por delante de ellas. «Se trata de algo preocupante», a juicio de Torres. «Los Estados no están preparados penalmente, en este caso se cumple la máxima de que la realidad va por delante del derecho en las modas o tendencias emergentes en el consumo de drogas sintéticas», valoró.
Los países de la Unión Europea mantienen una legislación uniforme en cuanto a drogas y se hace a través del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanía, que el año pasado divulgó la directriz de declarar fuera de la ley la BZP, legal en España hasta el 18 de julio.
Desaparece el MDMA
Pero independientemente de la tardanza de las autoridades españolas en declarar ilegal la BZP a instancias de Bruselas, Torres se pregunta cómo es posible que en enero, cuando se decomisaron en la isla más de 20.000 pastillas que después se ha sabido que no eran de MDMA, «¿cómo es posible que en esa fecha no saltara la alarma?». También se ha descubierto que un alijo de un kilogramo de una sustancia que se dijo que era de MDMA en polvo en realidad no lo es. «¿Qué está pasando aquí?», se pregunta el juez, «parece que el MDMA está desapareciendo».
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