EFE - ATENAS

Con la ayuda de varios países europeos, los bomberos griegos afrontaban hoy difíciles condiciones para controlar el destructivo incendio que en su cuarta jornada continuaba su avance hacia la Atenas, tras calcinar más de 15.000 hectáreas al noreste de la capital. Pese a la enorme voracidad de los incendios, no ha habido hasta ahora daños personales. «La situación continúa difícil y hacemos todos los esfuerzos necesarios para controlar los incendios», declaró al mediodía el portavoz de los bomberos en Atenas, Gianis Kapakis.

Un millar de bomberos y soldados libraban una batalla sin cuartel en la parte noreste de la prefectura de la capital helena y en especial en el punto de Pikermi, a unos 20 kilómetros de Atenas, asistidos sólo por 7 helicópteros. Las fuertes ráfagas de vientos de más de 60 kilómetros por hora impedían el despegue de los 12 aviones contra incendios disponibles en la zona del noroeste de Atenas.

Un hidroavión Canadair quedó de baja en la parte marítima de Skinias en Atenas, cuando se preparaba para recoger agua y está siendo remolcado, según las imágenes de los canales. Tras activar ayer el mecanismo comunitario de protección civil ante el agravamiento de la situación, los bomberos griegos cuentan con la ayuda de aviones y helicópteros de varios países europeos.

Ayuda europea

En Bruselas, la Comisión Europea (CE) anunció que España enviará dos aviones cisterna, y desde París se confirmó el envío de cuatro aviones de bombeo de agua Canadair, de los cuales dos ya operaban sobre el terreno. Estas aeronaves se suman a los dos aviones italianos de bombeado de agua CL-415, y a un helicóptero y un avión militar c130 de Chipre.