Un joven de la isla fue condenado ayer a un año y un mes de cárcel, pena sustituida por una multa de 2.340 euros, y hacer frente a indemnizaciones que en su conjunto alcanzan los 700 euros después de que ayer fuera juzgado por distintos hurtos cometidos en inmuebles de Eivissa durante este año. El sospechoso, que tenía antecedentes por delitos contra la propiedad, ha estado cuatro meses en la cárcel por estos delitos, razón por la que se le reconocerá un sustanciosa rebaja en la citada multa y ésta quedará finalmente en 1.620 euros.

El acusado, a quien también se le reconoce su adición a las drogas, se conformó ayer con esta pena tras comparecer en el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa para responder a un delito de hurto continuado por robos perpetrado en una vivienda contigua a un gimnasio, en el colegio Can Cantó y en el local de la Plataforma SocioSanitaria de las Pitiüses.

Descuidos

El ladrón, en todos los casos, se aprovechó de descuidos para apoderarse de objetos fáciles de transportar, como fueron teléfonos móviles, una cartera o una cámara de fotos.

El primero robo que se le imputó tuvo lugar en la citada vivienda el 25 de febrero. El siguiente se cometió el 16 de marzo en el colegio Can Cantó y el último, siete días después, enlas oficinas de la sede de la Plataforma Sociosanitaria.